Este sábado 5 de mayo se presenta en el Teatro Central de Sevilla 'Pastora Eterna', una obra biográfica de la cantaora Pastora Pavón 'La Niña de los Peines', con Laura Vital al cante e interpretación, Susi González a la interpretación, Eduardo Rebollar a la guitarra y Manuel Muñoz Bellerín en la dirección escénica y textos.

Este espectáculo, que se podrá ver en la Sala A del Teatro de la Cartuja a partir de las 21,00 horas, es una propuesta dramática y musical cuyo destino "es contar aquellos aspectos fundamentales de la vida y obra de la mujer y cantaora Pastora Pavón Cruz, 'La Niña de los Peines", indica en su página web.

Para ello la propuesta escénica y musical se llevará a cabo desde dos planos independientes pero que se interrelaciona. El primero, el plano dramático, será representado por una actriz y que guiará al espectador por aquellos sucesos y acontecimientos más importantes en la vida de Pastora Pavón. Por su parte, el plano musical se realizará de la mano de la cantaora Laura Vital, quien ilustrará musicalmente aquellos estilos y cantes que la genial Pastora creó y transmitió durante su vida profesional.

La misma elección del personaje histórico "es un elemento de experimentación". La trayectoria vital y artística de Pastora Pavón es conocida desde el prisma de la artista, de la gran cantaora flamenca que fue durante años, pero, apuntan los artista en la web, "nosotros hemos intentado profundizar en la esencia humana de la mujer y para ello tuvimos que traspasar las fronteras del mito, tarea nada fácil, adentrándonos en las raíces del dolor y el sufrimiento de la mujer y ahí encontramos los diferentes matices que configuraron al genio que fue Pastora".

Esas raíces, continúan, "parten de la infancia, una niñez sin juegos en la que ya apuntaba la grandeza innata de su arte, pasa por una juventud cargada de amores y de pasiones, fruto de un talento inquieto e inconformista, y continúa aún en su madurez como artista única y siendo una mujer adelantada a su tiempo y la sociedad". El espectáculo finaliza en la senectud y en la misma muerte de Pastora Pavón, "formando todo un ciclo de vida, pero también de pasión y amor".