El centroderecha retrocede en las elecciones municipales parciales celebradas entre este domingo y este lunes en Italia sin el liderazgo del ex primer ministro Silvio Berlusconi, mientras la llamada "antipolítica", encarnada por el "Movimiento 5 Estrellas" del cómico Beppe Grillo, se ha confirmado como la revelación de estos comicios.

Pese a que eran poco más de nueve millones los italianos llamados a las urnas, estos resultados han sido interpretados como una prueba para los partidos de cara a las elecciones generales de 2013, después de los cambios y los escándalos de corrupción que han sacudido a la política italiana en los últimos meses.

Unos cambios marcados por la designación del tecnócrata Mario Monti como jefe del Ejecutivo italiano, tras la dimisión, en noviembre, de Berlusconi, y la sucesiva ruptura de su partido, Pueblo de la Libertad (PDL), con sus históricos aliados de la Liga Norte.

En estas elecciones se renovaban 942 ayuntamientos, entre ellos los de 26 capitales de provincia, de las que 18 llegaban a la cita gobernadas por el centroderecha y ocho por el centroizquierda.

Según las proyecciones elaboradas por el Instituto Piepoli para la televisión pública RAI, tras la primera vuelta, el centroizquierda se perfila como la fuerza con más votos en capitales como Parma y Palermo, hasta ahora gobernadas por el centroderecha, aunque, a falta del escrutinio total, todo parece indicar que será necesario un segundo turno, que tendrá lugar el 20 y 21 de mayo, al no superar el 50% de los votos.

Un revés para el centroderecha que se produce en la primera cita electoral, tras 18 años, en la que no contó con la directa implicación de Berlusconi, que en anteriores ocasiones se había presentado como cabeza de lista en todas las circunscripciones.

El secretario nacional del PDL, Angelino Alfano, heredero de Berlusconi al frente del partido, reconoció "la derrota" encajada en estas elecciones, que atribuyó al sentido de "responsabilidad" de su partido por su apoyo al Gobierno Monti, aunque descartó retirarle su confianza.

En Génova, el candidato Marco Doria, descendiente de una de las más importantes familias nobles italianas y cuyo padre, Enrico Doria, fue desheredado por inscribirse en el Partido Comunista, también se sitúa a la cabeza de las preferencias, con una amplia ventaja sobre la segunda fuerza, aunque también en este caso parece que será necesaria una segunda vuelta.

El líder del Partido Demócrata (PD), Pierluigi Bersani, señaló que estas elecciones han significado un "fortalecimiento del PD y el centroizquierda en muchas ciudades, un tsunami para el centroderecha y un avance de Grillo", al tiempo que destacó cómo estos comicios "han dado la vuelta" al mapa político con solo ocho capitales de provincia en las que la derecha ha prevalecido. Desde el PD se ha considerado que la formación sale "reforzada" de la cita electoral y que esta confirma una crisis del centroderecha.

Mientras el centroizquierda celebraba estos resultados como una victoria, el vencedor moral de estos comicios es el "Movimiento 5 Estrellas", que se configuró como la segunda o la tercera fuerza política en Parma, Génova y Verona, según los sondeos. Esto que supone un triunfo para la llamada "antipolítica" y un fuerte revés para los partidos tradicionales, a los que Grillo acusa de corruptos y de defender solo sus propios intereses.

El avance de este movimiento puede ser interpretado, asimismo, como una señal de disconformidad de la ciudadanía con las políticas de austeridad del Gobierno tecnócrata de Monti, con el que siempre se ha mostrado muy crítico y al que tacha de ser "la muerte" del Parlamento.