El gobierno de Cantabria va a cerrar el centro de atención a la dependencia de La Pereda (en El Sardinero) y externalizará la gestión del centro de día de Castro Urdiales, una reorganización que afectará a un total de 80 personas, según el Ejecutivo regional, y a unos 120, según los sindicatos.

Los funcionarios y personal indefinido de La Pereda serán recolocados en los otros centros de atención a la dependencia públicos de Cantabria y supondrá la salida de temporales e interinos, tanto de los que trabajaban en éste y otros centros.

Así lo ha anunciado la consejera de Sanidad y Servicios Sociales del Gobierno de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, en una rueda que ha ofrecido junto a la directora del Instituto Cántabro de Servicios Sociales (ICASS), Isabel Urrutia, y en la que han estado presentes los sindicatos, miembros de la junta de personal y comité de empresa.