Y es que el tema del terrorismo de ETA da para mucho. Incluso para sorpresas, como fue ver, en el último capítulo emitido de la serie, a Pedro J. Ramírez, director de El Mundo, charlando con el etarra encargado de asesinarlo, el cual sólo dejó de hacerlo porque no lo vio en un acto en el colegio de los Maristas de Logroño, al que ambos habían ido juntos de pequeños.
Una idea se traza a través de todos los capítulos, y es que la pandilla terrorista ETA ha intentado matar la libertad, cosa que reclama. Paradojas del totalitarismo.
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