A sus 54 años, Paqui tenía un aspecto jovial, lucía una amplia sonrisa y un brillo vital en los ojos y no es de extrañar, se apuntaba a un bombardeo. Yoga, bailes de salón, teatro, cantaba en el coro, era vicepresidenta de la Asociación de Amas de Casa de Picanya...Paqui estaba enamorada de la vida, aprovechaba cada instante con entusiasmo. «Sin necesidad de adornos, era una persona que no pasaba inadvertida. Nunca le gustó llamar la atención, pero donde pisaba, dejaba huella», recuerda su hija Elena con una sonrisa orgullosa.
«Se desvivía por las personas y, sobre todo, por los suyos, nos mimaba. Siempre me preguntaba al llegar a casa si había saludado a todos», dice su hijo José, que ha heredado su mirada.
Ha estado 32 años enamorada de su marido, Pepe, con el que ha recorrido la Península entera y medio mundo. «Nos gustaba viajar solos para estar más tiempo juntos».
El lunes 3 de julio, Paqui se levantó, arregló la casa y, tras visitar a sus padres, cogió el metro. Le gustaba porque pensaba que era cómodo y práctico. Es más, ella siempre aconsejaba: «Coged el metro». Paqui, si faltaba a comer lo dejaba todo preparado y avisaba. Ese día la mesa quedó vacía.
Paqui Planells
Edad: 54 años. Lugar de nacimiento: Picanya. Profesión: Paqui trabajaba en casa.
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