Desde que empezó el conflicto en el Líbano, los palestinos siguen la cadena de televisión de Hezbolá, cuyas emisiones están prohibidas en los Estados Unidos y en parte de Europa. En cada café, en cada casa, está encendida las 24 horas. Se llama Al Manar, que en árabe quiere decir El faro. Sus telediarios y programas de debate son serios y moderados, en platós similares a los de la CNN.  Los espacios de propaganda distan de ser tan contenidos.: gritos de guerra, imágenes de combatientes disparando misiles contra Israel...

En todos aparece el líder de Hezbolá, Hasán Nasralá, besando niños, dando su bendición a las masas. «Israel tiene que tener cuidado, este hombre no es como los de Hamás, cuando dice algo lo cumple», me comenta un comerciante palestino. «Mira los misiles en Haifa. Y si dice que esta será una guerra total contra los israelíes, así será».

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