El Ayuntamiento de Penagos ha ofrecido a Caja Cantabria un local de propiedad para que pueda seguir atendiendo a los vecinos que son clientes de la entidad tras el derrumbe de la única sucursal que había en la localidad.

Se trata de un oficina que no se usa, ubicada en los bajos del Consistorio, que se cedería a la entidad de ahorro de forma temporal, durante dos o tres meses, mientras toma una decisión sobre su futuro en el municipio, que podría pasar por albergarse de nuevo en sus antiguas dependencias tras las oportunas obras de rehabilitación u optar por alquilar un emplazamiento diferente, según ha apuntado a Europa Press el alcalde de Penagos, José Carlos Lavín.

En declaraciones a esta agencia, ha indicado que se trata de una solución de carácter "temporal", hasta que la Caja vuelva a funcionar con normalidad.

Y es que la idea del Ayuntamiento es que la entidad continúe con su actividad en el municipio, al ser el único banco que hay en este ayuntamiento. De momento, los vecinos se están desplazando a las sucursales más cercanas, que se encuentran en Sarón y La Penilla.

En cuanto al derrumbe de parte de la cubierta del edificio, los técnicos municipales ya han elaborado los oportunos informes, y se los han trasladado a Caja Cantabria, al propietario del edificio colindante de la entidad y que también se vio afectado por el desplome y al Ministerio de Fomento, en tanto en que la construcción afectada linda con la carretera nacional N-634.

Concretamente, desde la administración local les han dado cuenta de un parte del estado actual del inmueble y de los daños sufridos, de modo que el propietario del edificio (Caja Cantabria tenía alquiladas las dependencias) tiene un plazo de diez día hábiles desde la recepción del informe para tomar una decisión, que puede pasar por la rehabilitación de o demolición.

La cubierta del edificio, -en el que además de la Caja se ubica una vivienda que estaba vacía en el momento del derrumbe-, se vino abajo pasadas las cinco de la madrugada del pasado ....., por un fallo de la estructura.

Se hundió en torno al 60% del tejado, lo que provocó considerables daños materiales, aunque no hubo que lamentar víctimas personales, toda vez que la sucursal, ubicada en el barrio La Helguera, en El Arenal, estaba vacía y no había gente en la casa.

Se trata en cualquier caso de un edificio antiguo y con cubierta de madera de modo que, al registrarse un fallo en la estructura, se hundió parte de la cubierta. Se cayó sobre la zona de atrás de Caja Cantabria y un solar anexo.