Los empresarios de Pontevedra, "comprensivos" con el Gobierno ante la posible aplicación de "peajes blandos"

Louzán culpa a la "herencia socialista" y señala que España está "en una situación al borde del precipicio"

El presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP), José Manuel Fernández Alvariño, se ha mostrado este miércoles "comprensivo" con el Gobierno ante la posible aplicación de 'peajes blandos' en las autovías.

Así, Fernández Alvariño, junto con varios representantes de la patronal pontevedresa, se ha reunido este miércoles con el presidente de la Diputación de Pontevedra, Rafael Louzán y el vicepresidente, José Manuel Figueroa, "para contribuir a la reflexión en los tiempos que corren", en palabras del dirigente provincial.

En este contexto, han comentado el plan que tienen los ministerios de Fomento y Hacienda sobre el cobro de tasas en las autovías a todos los vehículos ligeros que circulen por la red de autovías del Estado. Su finalidad será financiar la conservación de las carreteras.

La CEP lleva año y medio exigiendo la eliminación de los peajes en las autovías de Portugal, sin embargo, frente a aquel rechazo de la medida en el país vecino, este miércoles el presidente de la patronal pontevedresa advierte que en España "ahora todo el mundo se da cuenta de que estamos en bancarrota y muy a punto de ser intervenidos". "Y eso es "lo que más preocupa a los empresarios", ha agregado.

Fernández Alvariño ha señalado que "las medidas que se están tomando los empresarios y el Gobierno no son de ahora, son medidas por la herencia recibida".

"Tenemos que ser coherentes, creemos que es un claro error el peaje en el Norte de Portugal con caídas espectaculares de competitividad, pero también es verdad que hay que hacer un mantenimiento de carreteras", ha dicho Fernández Alvariño.

"gratis total ha desaparecido"

"Tenemos que ir a una mentalización de la sociedad de que pague usted por lo que consume. El gratis total ha desaparecido, a ver si transmiten de una vez a la ciudadanía que esto del gratis total ha desaparecido", ha señalado, a lo que ha añadido que "hay que empezar a pegar un golpe en la mesa y que cada uno pague por su consumo".

La diferencia respecto a los peajes en las autovías lusas, según explicó Fernández Alvariño, es que "unilateralmente el Gobierno portugués aplicó esta medida sin decir cómo se pagan, por eso no se pagan". "Que cambien de sistema. Creo que la decisión de Portugal fue equivocada", ha apostillado.

Con todo, y pese a que se muestran "comprensivos", los empresarios pontevedreses piden al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, "que se lo piense", si bien asumen que "la administración tiene que sacar el dinero no se sabe de dónde, porque se ha encontrado las arcas, ya no vacías, sino con deudas espectaculares".

"herencia socialista"

"En este país a la herencia socialista que dejaron, tenemos que sumar la gran mentira sobre el déficit", ha criticado, por su parte, el presidente de la Diputación de Pontevedra, Rafael Louzán, a lo que ha añadido que "España está al borde del precipicio, en una situación de excepcionalidad y emergencia".

"Si no hay dinero, las pequeñas y medianas empresas no tienen capacidad y por eso son necesarias políticas activas de empleo, nada de subsidio", ha manifestado Alvariño. "En nombre de las 36.000 empresas que representa le hemos dicho al Gobierno que con una reestructuración financiera y con la reforma laboral creemos que hacia final de año se va a frenar la caída del desempleo", concluyó.

Primero de mayo

Durante esta comparecencia el presidente de la Diputación de Pontevedra y presidente provincial del Partido Popular, Rafael Louzán, también se ha referido a la presencia de exministros socialistas en las manifestaciones del 1 de mayo.

"La participación, aunque la respetamos, no fue mayor que en otras ocasiones, a pesar de que la situación es preocupante. Hay que decir que sindicatos y oposición en esto siempre están unidos contra el gobierno, cuando hace cuatro meses los sindicatos callaban", ha expresado Louzán, quien ha considerado que "los ciudadanos tienen que ver con estupor como un ministro de Trabajo que dejó más de 5,3 millones de parados asistiese a una manifestación".

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