La Diócesis de Mérida-Badajoz está trabajando en la creación de un Centro de Orientación Familiar, que podría ponerse en marcha durante el próximo curso, y para el que ya ha comenzado la formación de voluntarios.

Este centro se instalaría en la calle Antonio Masa de Badajoz, y su misión sería la de "facilitar a las familias una serie de servicios de orientación, formación y acompañamiento", explica el semanario 'Iglesia en Camino' y recoge Europa Press.

Cabe destacar que a mediados de este mes de abril, y en el marco del programa de formación del proyecto de creación de un Centro de Orientación Familiar para la diócesis de Mérida-Badajoz, se celebró una jornada para voluntarios de acogida para este centro.

En esta sesión, el director del Teléfono de la Esperanza de Badajoz, Teo Martín Losada, habló al voluntariado de la importancia de su labor, recalcando el papel de una "verdadera escucha y acogida de persona a persona, de corazón a corazón".

En tres direcciones

Explica el arzobispado que el futuro Centro Diocesano de Orientación Familiar busca facilitar a las familias una serie de servicios de orientación, formación y acompañamiento, que "muestren el rostro misericordioso de la Iglesia como madre y maestra, organizando de forma sistemática la ayuda que demanden las familias".

Así, el centro ofrecería ayuda básicamente en tres direcciones, como son la orientación a la familia en situación de dificultad, tanto en la pareja como en el terreno de la educación de los hijos; la defensa de la vida, entre otras cosas ofreciendo ayuda a la mujer embarazada con dificultades; y ofertando cursos formativos a toda la diócesis tales como educación afectivo-sexual o los métodos naturales.

Los cursos se realizarían tanto en la ciudad de Badajoz, donde estará la sede, como fuera de ella, allí dónde se solicite, y además al equipo de voluntarios que ya ha comenzado su formación, se uniría una plantilla multidisciplinar de profesionales, tanto psicólogos como orientadores, médicos, ginecólogos, abogados, asesor espiritual.

En total podrían ser unas 25 personas entre profesionales y voluntarios.