La Xunta de Galicia dará incentivos fiscales para incrementar la natalidad a las familias gallegas, que se irán incrementando en función del número de hijos, y pondrá en marcha nuevos servicios de apoyo a la maternidad, como el establecimiento de 'casas nido', sobre todo en núcleos rurales.

Así lo ha explicado la conselleira de Traballo, Beatriz Mato, durante la presentación este viernes del Plan para la Dinamización Demográfica de Galicia 2012-2015, que se pondrá en marcha con la idea de prorrogarse hasta 2020.

En este sentido, la Xunta no apuesta por dar a los padres ayudas directas dado que, según los datos de una encuesta realizada por la Administración autonómica, este tipo de medidas "no tienen incidencia en la natalidad". "La decisión de la natalidad no está vinculada a la situación económica o al desempleo de forma directa", ha sentenciado Mato.

Por ello, dentro de las medidas de impulso socioeconómico a la maternidad y paternidad, la Xunta propone incentivos fiscales para las familias gallegas en función del número de hijos, así como el impulso de ayudas vinculadas al ámbito laboral, como nuevas posibilidades de excedencia o reducción de jornadas para compatibilizar la vida laboral con la familiar.

Además, se agilizarán los trámites de adopción nacional e internacional y se podrán en marcha recursos especializados para personas que deciden ser madres y padres, como unidades de atención al parto y acciones formativas.

En el ámbito empresarial, la Xunta pretende "sensibilizar" a las empresas sobre el problema demográfico para facilitar la flexibilización de horarios y el establecimientos de tarifas sociales, con bonificaciones para familias.

Casas nido

Dentro de la línea de apoyo a las familias, Traballo "diversificará" la cartera de servicios existentes, con la implantación de 'casas nido', centros que serán de "especial importancia" en el ámbito rural.

Según ha explicado Mato, las 'casas nido', que ya están en marcha en Navarra, serán casas debidamente habilitadas y regentadas por profesionales acreditados por la Xunta que se encargarán de cuidar al mismo tiempo un número máximo de niños.

Asimismo, también se adaptará la ayuda a domicilio, además de para personas mayores, para la atención de niños; y se "reformulará" el cheque infantil para escuelas de cero a tres años que, en lugar de otorgarse a los centros, irá directamente a los padres.

La Administración gallega pretende crear además nuevas plazas en centros de atención a la infancia y llegar al 33 por ciento de cobertura recomendada por la Unión Europea en 2013, adecuar los horarios de estos centros a la demanda actual de las familias, promocionar el alquiler en condiciones ventajosas a personas con hijos e incluir este parámetro en aspectos como la rebaja de los impuestos municipales de vehículos.

Los no natos, ha señalado la conselleira de Traballo, contarán como miembros de la entidad familiar en aquellos trámites en los que se considere conveniente, como en la solicitud de una plaza en una guardería o en el acceso a la vivienda.

Sensibilización de la población

Tras detectar que la población gallega "no es consciente" del problema demográfico de la Comunidad, la consellería pondrá en marcha iniciativas para "sensibilidad" a la sociedad, como la puesta en marcha de "campañas" de fomento del crecimiento demográfico, la creación de una guía informativa sobre recursos de apoyo a la maternidad y la conformación de una Comisión Interdisciplinar para el impulso y el seguimiento demográfico.

Por otra parte, promocionará la "coordinación interdepartamental" en este ámbito e impulsará congresos especializados y convenios con diferentes administraciones, al tiempo que medirá el impacto de las actuaciones a través de un protocolo de evaluación.

Beatriz Mato ha hecho entrega este viernes del documento a la presidenta del Parlamento gallego, Pilar Rojo, para el análisis de los grupos y de la Comisión de Demografía, unos trámites que confía en que estén terminados antes del fin del actual periodo de sesiones.

La hoja de ruta

El Plan para la Dinamización Demográfica de Galicia pretende ser la "hoja de ruta" de la Xunta de Galicia para "invertir la dolorosa tendencia demográfica" de la Comunidad, ha explicado Beatriz Mato.

Según ha recordado la conselleira, Galicia perdió entre 2010 y 2011 un total de 2.231 habitantes, una tendencia a la baja que supondrá que, de confirmarse la peor tendencia, la Comunidad perderá 147.000 habitantes en 10 años —el 5,2 por ciento de la población— y 1,7 millones en 40 años —el 37 por ciento de la población—.

Galicia tiene un índice de fecundidad de 1,08 hijos por mujer, por debajo de los 1,4 de España y los 1,59 de la media europea. Además, la edad media de la población se sitúa en los 44,9 años, por encima de los 40,6 de Europa y los 39,5 de España.

Al mismo tiempo, la población por debajo de los 14 años supone el 11,59 por ciento, mientras que en el conjunto del Estado supone el 14,8 por ciento y en Europa el 15,60 por ciento.

Según una encuesta elaborada por la Xunta durante el último semestre de 2011 en la Comunidad, los gallegos "no son conscientes del problema demográfico", dado que únicamente el 18 por ciento destacan que los bajos nacimientos impedirán que en el futuro se puedan pagar las pensiones, mientras que el 73,4 por ciento muestran su preocupación por el paro y el 41,3 por ciento por el mantenimiento de la democracia si los representantes políticos "no actúan con criterios éticos".

Asimismo, la mayor parte de los encuestados —el 64 por ciento de los que tienen hijos y el 40 por ciento de los que no— consideran que la maternidad es una decisión de ámbito "personal" e influenciada por lo que es "importante" para cada uno, mientras que el 33 por ciento de los que no tienen hijos y el 15 por ciento de los que sí señalan la estabilidad económica como motivación.

Asimismo, lo más importante para retraer la decisión sobre la maternidad es la estabilidad de pareja —en un 31,3 por ciento de los casos—, seguida de "no poder dar a los hijos todo lo que les gustaría" —que afecta a un 29,8 por ciento de los encuestados—. Sin embargo, la presencia de servicios de conciliación es importante para el 65,7 por ciento de los gallegos.