El presidente del Colegio de Farmacéuticos de Sevilla, Manuel Pérez, ha advertido de que los continuos recortes y ajustes que está viviendo el sector en los últimos años, fundamentalmente por la vía de los decretos-ley y las deducciones que el Estado le impone en su adquisición de pañales y tiras reactivas, están haciendo inviable el modelo español de farmacia, "que ya no puede aguantar más".

Manuel Pérez ha aludido, a modo de ejemplo, a la escala de aportaciones y deducciones que recoge el Real Decreto-Ley 16/2012 de 24 abril, de medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad del SNS, que contempla entre otros muchos aspectos que aquellas farmacias cuya facturación sea inferior a los 45.000 euros mensuales, no deberán aportar al sistema, pudiendo además obtener una reducción (retorno) de hasta 850 euros para aquellas boticas cuyas ventas totales mensuales no sobrepasen los 37.500 euros.

Sobre este apartado, Pérez ha detallado en declaraciones a Europa Press que en Sevilla y su provincia el 68,75 por ciento de las farmacias ya quedarán exentas de esta aportación, un fenómeno que iría en aumento. "De las 800 farmacias que hay en la provincia, 550 boticas ya no pagarían frente a unas 250 que sí", ha precisado el dirigente colegial, quien ha vaticinado que los sucesivos recortes en el sector harán que más farmacia pasen a formar parte del primer grupo con deducciones.

"Los 850 euros que se le van a pagar a esas farmacias con menos de 45.000 euros vienen simplemente a compensar los descuentos que nos aplican en pañales de contingencia, en tiras reactivas y por los recortes de los decretos-ley 4 y 8/2010, que supusieron el 7,5 y el 15 por ciento de descuentos", ha ahondado por otra parte el también vicepresidente del CACOF, para quien con esta nueva escala de deducciones y aportaciones "lo que vienen a hacer en parte es a compensarnos de los recortes de anteriores decretos; que es lo mismo que decir que los decretos no eran buenos".

En cuanto al establecimiento del llamado precio seleccionado (que fija un precio máximo por encima del cual quedarían fuera de la financiación del SNS todos aquellos medicamentos que no se ajustasen a ese techo de precio), Pérez lo ha tildado de "negativo" para el sector, al tiempo que ha recordado que las sucesivas bajadas de los precios de referencia de los fármacos (que actúa estableciendo una media de los precios menores) "ya han colocado algunos conjuntos de medicamentos con precios irrisorios".

Así, ha aludido al caso del paracetamol, "cuyo precio está por debajo de los 20 céntimos. Es decir, que con menos de 70 céntimos puedes quitar 20 dolores de cabeza (20 comprimidos)". Manuel Pérez ha incidido en este aspecto y ha recalcado que, "si lo trasladásemos a las antiguas pesetas, se podría decir que puedes quitar un dolor de cabeza por menos de seis pesetas, pese a que por menos de seis pesetas en este momento en España una persona no hace nada".

"Hablamos de un momento en el que el precio del medicamento es ya irrisorio, aunque detrás lleve la investigación en nuevos medicamentos y cuestiones tan variadas como las de la bioseguridad", ha proseguido el dirigente colegial, para quien todo ello está "poniendo en peligro" la I+D+i sanitaria. Para este experto, la clave "no está en reducir el precio, sino en el número de recetas". "Lo que pasa —ha continuado— es que es mucho más fácil recortar en medicamentos, porque es el único dato conocido y más fácil cuantificar".

Preguntado por si el precio seleccionado del nuevo decreto, unido a la compra masiva de medicamentos en el conjunto del SNS mediante una central logística de compras sería, en esencia, una forma muy similar de buscar potentes descuentos como perseguía la subasta andaluza de fármacos, Pérez ha admitido a Europa Press que "pudiera tener" muchos trazas en común.

La "diferencia" entre ambos modelos, ha puntualizado, "parece ser que la subasta era excluyente (los laboratorios que no se hiciesen con la puja quedaría automáticamente fuera de la financiación pública), mientras que en el precio seleccionado pueden participar todos los que aceptan comercializar por debajo del precio máximo fijado". Sea como fuere, ha apostado por "alcanzar de verdad en España" un Pacto de Estado "para que no se haga política con la sanidad".