Un año más, la arena del desierto se convertirá en sala de cine al aire libre para acoger, desde este miércoles, la IX edición del Festival de Cine del Sahara (FiSahara), la muestra que nació en 2003 con el fin último de ayudar a resolver la dramática situación de los refugiados saharauis.

Los actores Aitana Sánchez Gijón, Juan Diego Botto, Eduard Fernández, Malena Alterio y Jordi Aguilar son algunos de los invitados que viajan esta vez al campo de refugiados de Dajla, el más alejado de la ciudad argelina de Tinduf, donde se desarrolla el evento. Los directores Gerardo Herrero y Gregorio Rocha también asistirán a esta edición, que tiene como invitado a México, país natal del segundo.

Además de su tradicional papel de visibilizar a la población saharaui refugiada, el festival tiene este año la vocación de recordar a los dos cooperantes españoles, Ainhoa Fernández y Enric Gonyalons, secuestrados hace seis meses en Tinduf —con la italiana Rosella Urru— y que siguen retenidos en algún lugar del norte de Mali.

Entre el 2 y el 6 de mayo, en las pantallas móviles del desierto se proyectará en 35 milímetros —y en algunos casos en DVD— una selección del mejor cine español de 2011, como la película ganadora de los Goya 2012 No habrá paz para los malvados, o Chico y Rita, candidata a los Oscar de Hollywood.

Katmandú, un espejo en el cielo, de Icíar Bollaín, La voz dormida, de Benito Zambrano, Eva, de Kike Maíllo, El sueño de Iván, de Roberto Santiago, o Silencio en la nieve, de Gerardo Herrero, son otras de las películas que se podrán ver en este festival, que busca tanto llevar el cine a la población saharaui como acercar a la opinión pública la realidad de estos refugiados.

Entre las de temática saharaui, el documental Hijos de las nubes, la última colonia, dirigido por Álvaro Longoria y producido y protagonizado por Javier Bardem —un actor muy implicado con la causa de este pueblo—, será estrenado en el desierto antes de que salga en España el 18 de mayo, tras su presentación el pasado febrero en la Berlinale.

Entre la decena de películas sobre la realidad saharaui, destaca también Wilaya, una incursión en la vida de los campamentos que acaba de recibir la Biznaga de Plata a la mejor banda sonora en el Festival de Cine Español de Málaga.

Los rollos perdidos de Pancho Villa, de Gregorio Rocha, y Espiral, de Jorge Pérez Solano, representarán a México.

A las proyecciones se sumará durante todo el festival un amplio conjunto de actividades culturales paralelas, entre ellas una carrera de camellos, un desfile sobre la cultura tradicional saharaui y una muestra de jaimas representativa de la vida saharaui.

Los invitados y los espectadores podrán hacer también una visita a la Escuela de Formación Audiovisual Abidin Kaid Saleh, donde los primeros 18 alumnos saharauis terminaron este año su primer curso después de que el centro, montado con ayuda de la Agencia Española de Cooperación Internacional (Aecid) fuera inaugurado tras varios retrasos.

Un grupo de "Pallasos en Rebeldía" realizará también espectáculos de magia, malabares y pasacalles buscando apoyar mediante la cultura y la risa a los niños saharauis que viven en el desierto argelino desde hace 37 años.

Y, para cerrar el evento, el tradicional concierto final correrá esta vez a cargo de Canijo de Jerez y Tomatito.

Aunque la muestra no es competitiva, un jurado popular entregará en la clausura la "Camella Blanca", el premio a la mejor película, simbolizando el reconocimiento del pueblo saharaui.