La flota de cerco cántabra, tanto la de artes menores como la de cerco, continúa amarrada a puerto por las adversas condiciones meteorológicas, ya que se están registrando fuertes vientos en la mar.

No obstante, los pescadores confían en que el tiempo mejore y poder salir a faenar este jueves, 26 de abril, ya que con los barcos atracados "las pérdidas son bastante grandes".

Así lo ha dicho a Europa Press el vicepresidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Cantabria, Pablo Villasante, quien ha indicado que volverán a pescar "cuando el tiempo lo permita".

Según ha dicho, aunque se retome esta semana la actividad, probablemente los barcos de cerco no inicien la costera de la anchoa hasta el próximo lunes, ya que se tienen que desplazar hasta el golfo de Vizcaya y "no compensa" ir para un día o dos, más si se tiene en cuenta el elevado precio del gasoil.

En declaraciones a esta agencia, Villasante ha precisado que la flota de artes menores lleva unos diez días sin salir a la mar, mientras que la de cerco no ha faenado en lo que va de semana ni en la anterior.

Tampoco han empezado, estos últimos pescadores, la costera de la anchoa, aunque los informes biológicos y científicos apuntan a que sí hay bocarte suficiente en el golfo de Vizcaya.

Lo comprobarán cuando mejore el tiempo y se desplacen hasta el caladero, ya que esta pesquería estará abierta hasta el próximo 1 de junio.

Tras el cierre de la pesquería del verdel, los barcos de cerco se han centrado en la captura de la sardina y el chicharro, mientras que los de artes menores se han dedicado a la faneca y la merluza.