La crisis se ha llevado por delante hasta seis macroproyectos que en su día fueron presentados a bombo y platillo por los diferentes dirigentes políticos, pese a su ingente coste económico y la dudosa utilidad de alguno de ellos. La Generalitat Valenciana ha llegado a pagar 16,3 millones de euros de todos los valencianos por dos de ellos.

Las Torres de Calatrava. Es el caso más sangrante. El entonces presidente Francisco Camps presentó en noviembre de 2004 los tres rascacielos que se ubicarían junto a la Ciudad de las Ciencias. Cada torre tendría el nombre de una provincia de la Comunitat, y la de Valencia, con 308 metros, aspiraba a ser las más alta de España. En noviembre del año pasado se supo que el Consell pagó al arquitecto valenciano Santiago Calatrava 15 millones de euros por el proyecto.

La Torre de la Música. Este gran edificio de 25 plantas y 100 metros de altura iba a convertirse en la sede en Valencia de la Berklee College of Music de Boston. La universidad americana y la Sociedad General de Autores (SGAE) eran las encargadas de financiar a medias un proyecto valorado en 100 millones de euros. La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y el expresidente del Consell Francisco Camps presentaron este gran edificio poco antes de las pasadas elecciones locales y autonómicas de 2007 y un año después pusieron la primera piedra ‘virtual’, como calificaron el acto. Sin embargo, el edificio ha quedado tan virtual como su primera piedra y ya ha sido descartado. La Berklee ofrece sus clases en un espacio anexo al Palau de les Arts.

Museo FIFA. El otro proyecto fantasma por el que la Generalitat pagó, en este caso, 1,3 millones de euros, sin que a día de hoy se sepa adónde fue a parar ese dinero y qué se hizo con él. Los hechos se remontan a junio de 2002, cuando la FIFA, la Federación Española de Fútbol y el Consell firmaron un convenio para la construcción de un museo temático de fútbol en el parque de Cabecera. Su apertura se anunció para 2004.

Esfera Armilar. Un coloso de acero de 729.000 metros cúbicos y 100 metros de altura con un coste de 50 millones de euros, cuya utilidad se desconoce. La Generalitat Valenciana, otra vez de la mano de Francisco Camps, anunció en 2004 que se haría cargo del proyecto (descartado en ciudades como Madrid o Sevilla) ante el desinterés de la iniciativa privada. La Esfera se incluyó hasta tres veces en los presupuestos autonómicos y cambió hasta cuatro veces su supuesta ubicación al pasar de la Ciudad de las Ciencias al parque de Cabecera, de allí al puerto, para acabar muriendo en el Parque Central, cuyo diseño ya está aprobado sin rastro del proyecto.

Parque Ferrari. Tres días después de su visita relámpago a la sede de Ferrari en Maranello en noviembre de 2010, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y el entonces presidente del Consell Francisco Camps anunciaron la posibilidad de que la firma italiana construyera primero en Valencia y luego en Cheste un parque temático como el inaugurado en Abu Dabi. Tres meses después, se descartó el proyecto.

Pistas de esquí cubiertas. Aunque Neutopía fue un proyecto impulsado por una empresa privada, algún que otro político no perdió la ocasión de sacar pecho ante lo que iba a ser un gran centro comercial junto a la nueva Fe con dos pistas de esquí cubiertas que generaría 7.000 puestos de trabajo. La empresa llegó a anunciar el inicio de las obras en 2008, pero problemas financieros impidieron hacerlo realidad.

El fallido proyecto de Neutopía ya ha encontrado sustituto: se trata de otro gran centro comercial impulsado por una empresa privada y bautizado como Oceanic, cuyas obras arrancarán supuestamente el año que viene y tiene previsto abrir en 2015. Fue presentado el pasado mes de diciembre por la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, junto al arquitecto Ricardo Bofill, autor del edificio.