La periodista y escritora Pilar Urbano, ha destacado que la Monarquía está atravesando una "crisis de confianza" generada por el hecho de que el Rey Juan Carlos ha estado ocupándose "de lo suyo" durante el viaje a Botswana y no de los asuntos que los españoles le han endosado. Por ello, se ha mostrado partidaria de dotar a la Casa Real de un "fuero jurídico, de un estatuto", con la intención de darle más transparencia.

Urbano ha ofrecido una rueda de prensa con motivo de su participación en el ciclo literario 'Escritores en su tinta', que tiene lugar en Molina de Segura (Murcia), y ha aprovechado para presentar su último libro 'El precio del trono'.

La veterana periodista ha afirmado que la "crisis de confianza" en la Monarquía ha sobrevenido en un momento en el que "estamos al borde de una crisis económica muy fuerte que ha metido el rejonazo en casi todas las familias españolas, de paro, de suspensión de pagos y de hipotecas ejecutadas, entre otras cosas".

El hecho de que España atraviesa un momento de "tristeza nacional" y comprobar que el Rey está "muy lejos, en Botswana, cazando elefantes con exotismo y lujo, con compañías raras, extranjeras y alguna cazadora de reyes metida en el safari" ha hecho a la gente recapacitar "que el monarca no está en lo nuestro, sino que está en lo suyo".

En este sentido, se ha mostrado partidaria de "dotar a la Casa Real de un fuero jurídico, de un estatuto", y considera que la transparencia "no es el chocolate del loro de saber cuánto cobran o el reparto que hace del dinero", sino el hecho de saber siempre "donde está el monarca, porque el Rey siempre es Rey, igual que el Papa siempre es Papa".

Respecto a la reacción del Rey Juan Carlos tras el accidente en Botswana, Urbano ha matizado que él "no pidió perdón", sino que dijo 'lo siento mucho', algo que estima "indeterminado" porque no precisa si "sentía el safari, la lejanía, la rotura de cadera, el dolor, que se lo hubieran pagado otros o que le hubieran pillado 'in fraganti'".

Urbano considera que la mayoría de los españoles "querían" esa disculpa que "ha calmado el fragor que había". No obstante, se ha mostrado contraria a que el Rey "aparezca humillado, de rodillas", algo que no le parece "rentable" porque el Rey "ha de tener prestigio y autoridad en el exterior".

Respecto al papel de la Reina, ha señalado que el matrimonio "representa muy bien un papel como pareja institucional", pero que "la procesión va por dentro", aunque hasta ahora no trascendía al exterior. Sin embargo, ahora "ha habido una transparencia y se ha visto lo que había en la recámara".

Así, interpreta la actitud de la Reina de quedarse en el Peloponeso durante el viaje del Rey a Botswana con una "disfunción desacordada".

Al ser preguntada por la relación del Rey con la aristócrata alemana, Corinna Zu Sayn-Wittgenstein, Urbano explica que, al parecer, es una "presentadora del Rey", pero afirma que el monarca "no ha necesitado hasta ahora presentadores, y menos extranjeros, y menos una jefa de relaciones públicas". Por ello, cree que "todo esto es muy raro" y que "habría que explicarlo".

Don felipe,

"preparado para reinar"

El libro 'El precio del trono' describe el precio que tuvo que pagar el Rey Juan Carlos I y cómo se fraguó como monarca durante la dictadura, todo ello comparado con el Príncipe Felipe. Destaca en este sentido que el actual Rey no tuvo un "manual de instrucciones", mientras que su sucesor "se ha formado en democracia y está preparado".

Ha remarcado que el Príncipe "es un hombre del siglo XXI, más intelectual que su padre, que no terminó a leer el Coyote", porque "se dedicaba a leer otras cosas, como las instrucciones mecánicas de motores, de coches, de máquinas de fotos y escopetas".

En cambio, el Príncipe "tuvo la andadura segura de quien le dice su padre y su madre que va a reinar". De hecho, recuerda que en la primera y última llamada del Príncipe a su casa, 30 horas de su boda, el heredero al trono le dijo que si su padre le hubiera dicho que no al matrimonio, él hubiera "renunciado a Letizia", porque renunciar al trono hubiera sido una "traición".

Urbano añade que el Príncipe "está preparado para reinar", ya que tiene "la solvencia necesaria". De todas formas, puntualiza que la abdicación es una decisión que está en manos del Rey, y todo lo demás sería "derrocarlo".

No obstante, admite que el Príncipe es "un gran desconocido, es un pasaporte en blanco, una página en blanco, un caramelo sin probar", ya que "no ha empatizado con el pueblo", por lo que estima que "tiene que haber un marketing, un relevo tutelado, una transición monárquica, para que el pueblo visualice la escenografía de un Rey con éxito".

A su juicio, la posibilidad de que el Príncipe tome el relevo "depende del Rey y del cuadro médico, si el Rey sale con una incapacidad física o mental para ejercer sus funciones como monarca". Otra posibilidad, a su juicio, es que el monarca percibiera que "hay cansancio por parte del pueblo".

De todas formas, aclara que la Reina Doña Sofía le dijo que "ni el Rey está cansando ni el Príncipe tiene prisa", aunque cree que dos o tres años "cambian las cosas". Asimismo, afirma que el Rey "ha estado distraído y parece que ha necesitado emociones más fuertes que gobernar".

Urbano ha afirmado que el Rey "es un patriota y lo ha sido siempre, ha demostrado siempre que su pasión es el trono, y no va a soltarlo, porque el deber para ellos es morir en la cama". Así, puntualiza que, en caso de irse, el Rey tendría que irse "colmado de honores y condecoraciones, no puede salir por la puerta de atrás o en la ambulancia. Si dejan el trono es para ir a la sepultura", añade.

Al ser preguntada por la participación del duque de Palma, Iñaki Urdangarín en el caso Nóos, Urbano ha señalado "evidente" que el Príncipe "ya lo sabía" al igual que la Casa Real, porque "hay mails que relacionan al Rey y a la Infanta Cristina con Urdangarín y su exsocio Diego Torres".

"Los correos pueden ser falsificados, pero el juez los ha admitido a trámite y hay cuentas bancarias de la infanta Cristina con la esposa del secretario Carlos García Revenga, y el Rey hizo unas admoniciones externas a través del conde de Fontao", explica. Además, indica que, cuando el estatus de vida se eleva "es muy notorio", por lo que no creen que causara "sorpresa" en la Casa Real.