La flota pesquera cántabra permanece amarrada a puerto ante la alerta naranja por fuerte oleaje en la costa y la alerta amarilla por viento, salvo la de artes menores, que sí ha salido a faenar este lunes.

Se prevé que la situación empeore por la tarde y la climatología adversa se mantenga, al menos, hasta el jueves, según ha informado a Europa Press el vicepresidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Cantabria, Pablo Villasante.

Por otra parte, Villasante ha indicado que el lunes y el martes de la semana pasada la flota pescó algo de anchoa, aunque el mal tiempo ha impedido la normal actividad. "Están esperando que venga el buen tiempo para ir al Este", hacia el Golfo de Vizcaya, para encontrar los caladeros, ha explicado.

La primera anchoa de la temporada ha registrado un precio de venta alto, entre siete y ocho euros el kilo, aunque no es "significativo" del que tendrá en plena temporada. Así, las primeras piezas se han vendido como pescado fresco, para consumo doméstico, pero los precios variarán cuando se capture para las empresas conserveras.

Sin embargo, es posible que durante toda esta semana no se produzca actividad pesquera por el mal tiempo, lo que retrasará aún más la costera de la anchoa, que también se ha visto afectada por el exceso de verdel. Así, aunque la costera se inició el 1 de marzo, en la primera quincena de abril todavía no se podía pescar porque el verdel no dejaba subir a la anchoa.

En este contexto, Villasante ha defendido la demanda del sector de "salir a faenar" porque sino "económicamente, todo son pérdidas para armadores y tripulantes".