La Delegación de Alumnos de Medicina de la Universidad de Murcia (UMU) ha criticado que el aumento de alumnos y facultades de Medicina en España traerá con sigo "una masificación de consecuencias irreparables tanto para los licenciados como para la sociedad en su conjunto" ante el ciclo de "inestabilidad laboral" que se avecina.

En concreto, esta Delegación ha aclarado que en la convocatoria de Médico Interno Residente (MIR) del curso 2011-2012 han se han inscrito 13.584 médicos, de los que 7.451 son españoles (57,8 por ciento), 583 son comunitarios (4,29 por ciento) y 5.550 son extracomunitarios (40,86 por ciento). Todos ellos se disputarán 6.707 plazas.

La Delegación de Alumnos de Medicina explica que "salta a la vista que el cupo de plazas disponibles no alcanza a cubrir siquiera el número de estudiantes españoles matriculados".

En este sentido, recuerdan las palabras del presidente de la Conferencia Nacional de Decanos de Medicina y decano de la Facultad de Medcina de la UMU, Joaquín García Stañ, quien afirmó que "si la cosa sigue como hasta ahora, con 6.700 de MIR y 7.000 estudiantes al año, lo que supone un excedente de 300, en diez años habría 3.000 que han sobrado al sistema".

Todo ello, recuerdan los alumnos, sin tener en cuenta "las plazas ocupadas por titulados extranjeros, a los que se les debería de aplicar el factor corrector de la crisis económica teniendo en cuenta que la congelación en las contrataciones públicas que se están efectuando ya en otras oposiciones llegará a afectar al sector sanitario".

Al respecto, recuerdan que desde el curso 2000-2001 al 2004-2005 existió un equilibrio sostenible entre la cantidad de licenciados en Medicina de las facultades españolas y las plazas MIR, pero en siguientes convocatorias "fue cuando se disparó el número de plazas MIR manteniéndose el número de licenciados, lo que desencadenó un efecto llamada".

Como consecuencia del desajuste, "se empezó a modificar el numerus clausus e incluso se crean nuevas facultades, de forma que en estos últimos tres años se ha pasado de 28 facultades en 2008-2009 a 38 en 2010-2011", lo que supone un incremento del 30 por ciento que podría ascender al 70 por ciento en cinco años, alertan.

Así, lamentan que la estrategia de aumento de numerus clausus y la apertura de nuevas facultades continúa "pese a que las plazas de MIR se han estabilizado e incluso disminuido ligeramente en los dos últimos años".

A su juicio, la sobreproducción de profesionales "no sólo sería negativa para los médicos, sino también para el Estado, ya que la formación médica de calidad requiere una gran inversión que no se amortizaría si el licenciado no obtuviese plaza y se viera forzado a emigrar".

"Exportar médicos formados en nuestro sistema y a expensas de nuestros de por sí menguados recursos, resulta una operación ruinosa que no nos podemos permitir y mucho menos justificar", añade.

Asimismo, cita la "amenaza de creciente deterioro de la formación de los estudiantes de Medicina, que gravitará sobre la futura calidad de la asistencia sanitaria", ya que "no es plausible formar a un mayor número de alumnos con menos recursos sin que se resienta la calidad de la enseñanza".

A este respecto, añade que "la mayor parte de las facultades de Medicina de nueva creación son privadas, lo cual añade un nuevo problema, la sustracción de recursos de las universidades públicas en favor de aquellas, lo que supone un detrimento inevitable en la calidad de la formación de los futuros médicos, cuando la aspiración lógica sería elevarla con criterios de excelencia académica".

"La demanda de una progresiva o paulatina ampliación de los ya escasos recursos de la enseñanza pública debería constituir un compromiso para todos los responsables implicados en dicha mejora y, sin embargo, nos encontramos con una constante merma que nos impide progresar", explica la Delegación de Alumnos.

Por tanto, los alumnos defienden que la falta de especialistas, que no de médicos, "no justificaría la apertura de nuevas facultades ni el aumento de las plazas de grado, ya que el problema no se debe a la carencia de profesionales, sino a la falta de planificación".

Asimismo, piden "un cambio de mentalidad en la sociedad y los poderes públicos en favor de la enseñanza de la medicina pública y de calidad, que es urgente para evitar una situación futura catastrófica".