Los trabajadores de los tres astilleros de Navantia en la Bahía de Cádiz —Cádiz, San Fernando y Puerto Real— aseguran estar "inquietos" y "expectantes" en relación a la reunión que representantes del PP gaditano se comprometieron a propiciar con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y el presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Ramón Aguirre, para abordar posibles acciones que garanticen carga de trabajo.

El presidente del comité de empresa del astillero isleño, José Ramón Oliva, que ejerce como portavoz de los tres comités, ha manifestado a Europa Press que confían en que esta semana les concreten cuándo se va a producir esa reunión, a la cual se comprometieron el pasado día 16 el presidente provincial del PP de Cádiz, José Loaiza, y diputada nacional y alcaldesa gaditana, Teófila Martínez.

Según explica, los tres comités de empresa tienen previsto reunirse próximamente para coordinar un calendario de movilizaciones, cuya intensidad estará "estrechamente relacionada" con el devenir de ese encuentro con los máximos responsables de Hacienda y de la SEPI, de los cuales depende Navantia.

Su objetivo es plantearles las fórmulas para "desatascar" la orden de ejecución de la segunda fase de los Buques de Acción Marítima (BAM), porque aseguran que "las hay", e incidirán en la necesidad de reactivar el mercado civil y de impulsar las reparaciones.

De cualquier manera, ha avanzado que las plantillas de los tres centros de trabajo plantean acciones puntuales consistentes en marchas reivindicativas a mediados del próximo mes de mayo.

Recuerda que los trabajadores viven una situación de "incertidumbre", ya que el astillero de Puerto Real está "sin ninguna actividad" y el de San Fernando se quedará en la misma situación a finales de mayo o principios de junio, cuando está prevista la entrega del último buque de la primera fase de los BAM.

Después de eso, el astillero isleño no tiene prevista más carga de trabajo hasta finales de año, cuando empiecen con las lanchas de desembarco para Australia. Sin embargo, Oliva advierte de que dicho encargo supone poca carga de trabajo y "ni siquiera hay suficiente para nuestra plantilla", por lo que es "urgente" encontrar alternativas que garanticen la viabilidad de los astilleros de la Bahía.