Los trabajadores de la fábrica de motos Derbi en Martolleres (Barcelona) han iniciado una serie de movilizaciones para reclamar una solución que impida a la propietaria Piaggio continuar con su decisión de cerrarla el próximo 31 de julio. Por este motivo, y coincidiendo con la celebración del Gran Premio de Motociclismo de España en el circuito de Jerez de la Frontera (Cádiz), los trabajadores repartirán más de 12.000 octavillas entre los asistentes para dar a conocer la situación real de la empresa y denunciar "la estrategia progresiva de deslocalización que mantiene el grupo italiano desde el 2001".

Según informa en un comunicado UGT, que se ha sumado a esta reivindicación, con esta propaganda los trabajadores hacen público el "expolio continuado" que la propietaria de Derbi lleva a cabo desde que la adquirió en 2001, primero con el traslado de la producción de motores a Italia, al que siguió el del departamento de desarrollo y la producción de vehículos; estando previsto para el próximo 31 de julio el cierre de la empresa, "que dejará en la calle a 164 trabajadores y pondrá fin a más de 90 años de historia de una de las fábricas más emblemáticas y antiguas de Cataluña".

La federación andaluza se suma así a la demanda del comité de empresa, que ha exigido a Piaggio el cumplimiento de los acuerdos firmados tanto con los trabajadores como con la Generalitat catalana, y que mantenga la producción en España.

Según ha recordado el sindicato, el pasado febrero Piaggio anunciaba su intención de no continuar con el plan de reconvertir la planta catalana en un centro de suministro de piezas, tras no haber conseguido las ayudas necesarias para materializarlo. Los trabajadores intentan encontrar un inversor externo antes del 31 de julio para garantizar la actividad y el mantenimiento del empleo.