Han estado en manos de los descendientes directos de los pintores desde el principio, pasando de padres a hijos a lo largo de los años.

Ahora, 84 cuadros de la familia Madrazo pertenecen a todos los madrileños: el Gobierno regional acaba de hacer la adquisición artística más importante de 2006, tras recibir esta colección en concepto de pago de impuestos.

La colección Madrazo, valorada en 2,9 millones de euros, es un "legado artístico de primer orden", en palabras de la Consejería de Cultura, "que permite conocer el retrato y la pintura religiosa durante gran parte del siglo XIX, además de aportar interesantes datos acerca de la sociedad".

Por los pinceles de la saga Madrazo pasan sus hijos, hermanos y sobrinos, la Familia Real, burgueses, aristócratas y artistas, entre otros.

La colección se compone de ocho pinturas de José de Madrazo, 24 de Federico, cinco de Raimundo, 46 de Luis y una de Ricardo.

A lo largo de esta dinastía de artistas están representadas diferentes tendencias pictóricas del siglo xix español, desde el neoclasicismo, del que fue un claro exponente José de Madrazo, hasta el romanticismo de Federico o el impresionismo de Raimundo.

Obras en el Prado

Federico de Madrazo destacó como mejor retratista de su época y sus obras están presentes hoy en importantes museos y edificios como el del Prado, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando o el Palacio Real de Madrid, entre otros.

Por otra parte, José y Federico fueron en su día directores del Museo del Prado, además de pintores de la Corte.

La Comunidad tiene previsto organizar a finales de año, probablemente en noviembre, una exposición monográfica para dar a conocer a todos los ciudadanos el legado de los Madrazo.

Padre, hijos y nietos

Las obras de la colección Madrazo corresponden a tres generaciones de la familia: José (1781-1859), iniciador de la dinastía; sus hjios Federico (1815-1894) y Luis (1825-1897), y los hijos de Federico: Raimundo (1841-1897) y Ricardo (1841-1920). Algunas de las obras que integran este legado son La reina Isabel II niña, abrazando una paloma (José de Madrazo) y Luisito Daza muerto, de Ricardo de Madrazo.