Son días de tijeras largas, y si sectores otrora intocables como sanidad o educación sufren graves recortes, ¿qué pasa con la cultura? ¿Es un lujo o una necesidad? ¿No es una parte importante de nuestra economía, capaz de generar 600.000 empleos y con una incidencia del 4% en el PIB?

Sí, pero eso no la salva de nada. El estado lo tiene claro: quiere un recorte del déficit de 16.000 millones de euros, de los que 485 corresponden al Ministerio de Educación, Cultura y Deportes. Todavía serán más en las autonomías: Murcia, por ejemplo, dejará de contar con 100 millones para las subvenciones culturales de los próximos tres años. ¿La alternativa? Sustituirlas por micromecenazgos, como pedir 500 euros a los empresarios de la zona para evitar el cierre de sus instituciones culturales.

Murcia, claro, no es la única: el Ayuntamiento de Madrid reducirá en 2013 un 10,8% su presupuesto para las Artes (de 115 millones a 102,8 millones). Así que el sector reclama, en todo el país, una nueva Ley de Mecenazgo que atraiga al capital privado.

Festivales en decadencia: El Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA) recomienda a los festivales que busquen patrocinios para sobrevivir (Susana de la Sierra, su directora, habla de "sinergias con patrocinadores privados"). Algunos, como la Mostra de Valencia, ya han cerrado sus puertas (Rita Barberá aseguró que así ahorraba 1,7 millones de euros), mientras que otros, como el Festival de Málaga, han tenido más suerte. Su director, Carmelo Romero, afirma que el ICAA ha mantenido su subvención, lo que a su juicio demuestra que el Ministerio los valora. "¿Que si estamos en peligro? No lo creo. La cultura es fundamental para el pensamiento y para la sociedad".

Escasez de rodajes. Sin embargo, la producción no ha tenido tanta suerte. El cine ha visto cómo se reducían las ayudas en un 35% (de 76 a 49 millones), lo que ha traído una galopante cancelación de rodajes: de las 58 películas rodadas a estas alturas en 2011 se ha pasado a 21 este año.

Un drama. Concha Bustos, una de las más emblemáticas productoras teatrales en España, asegura entender los recortes, pero cree que "si seguimos así retrocederemos al Pleistoceno". En su opinión, las subvenciones son necesarias: "El teatro podía vivir antes de la taquilla, pero ya no".

Cierres, ERE, suspensiones: Ahorrar o desaparecer: el Liceo de Barcelona se plantea cancelar durante dos meses su actividad para ahorrar algo más de dos millones. Y el nuevo director del Teatro Real, Ignacio García-Belenguer, es claro: "Hay que obtener los mejores resultados con los mínimos recursos posibles", y para lograrlo no descarta hacer un ERE.

Fórmulas novedosas. Instituciones como Caixaforum Barcelona o la Fundación Miró tratan de ser imaginativas, y proponen formas de colaboración con museos y organizaciones para reducir costes. Distintos festivales artísticos, como FEST, Mitin, South Pop o Perfopoesía, han encontrado otra solución: ante los recortes en Andalucía, se celebrarán cada dos años.

Despidos y acreedores: Las grandes pinacotecas y salas de exposiciones no se libran de los recortes: el 12 de abril el Macba de Barcelona despidió a casi el 10% de su plantilla. Y el Museo del Rock, también en Barcelona, presentó en febrero un concurso de acreedores, sin haber cumplido aún un año. A cambio, el Museo del Prado parece ser un ejemplo: ha visto recortadas sus subvenciones, pero gracias a la venta de entradas y patrocinadores eleva su presupuesto.

Deudas y deudas. La deuda de los ayuntamientos con la Asociación de Representantes Técnicos del Espectáculo asciende a 70 millones de euros: antes, una Corporación municipal disponía de unos 200.000 euros para su semana de fiestas, cifra que ha bajado hasta los 30.000. Para Julio Muño, director de Festimad, "la industria ha dejado de ser motor generador de nuevos talentos, por lo que el único espacio que queda para cumplir esa función es la aportación pública". Sin embargo, "la posibilidad de obtener recursos por el directo ha bajado más de la mitad. Y los fondos se dan a artistas comerciales, no a los que empiezan".

Series en peligro. Para terminar, la tele: ni Águila Roja o Cuéntame se libran. El Gobierno ha anunciado un recorte de 200 millones en RTVE, lo que amenaza muy seriamente la producción de series y programas. Y hay más: la emisión de Isabel y Gran Reserva está de momento suspendida, porque así TVE no ha de pagar a sus proveedores y puede cuadrar su presupuesto de 2012. Tampoco se ha llegado a emitir la serie El tiempo entre costuras, ya rodada para Antena 3 ¿Víctimas? Los espectadores, los técnicos que ven peligrar sus empleos y todo un tejido industrial que, cuando parecía asentado, corre el riesgo de desaparecer.