La Sala Parpalló de Valencia arranca una "nueva era", esta vez en el Museu Valencià de la Il·lustració i la Modernitat (MuVIM), con 'Un juego mágico' en el que los artistas Willy Ramos, Eusebio López y Juan Barberá componen una exposición "a seis manos" donde las individualidades quedan ocultas bajo una "total libertad creativa".

Hasta el próximo 27 de mayo se podrá contemplar la muestra, que incluye 32 piezas creada expresamente para la ocasión, 14 de la cuales están firmadas por los tres autores. El resultado es una selección que se aleja de las colectivas al uso para proponer al espectador una experiencia en la que estos tres pintores, con lenguajes muy diferentes, "juegan a fundirse, a ser uno".

Ramos, López y Barberá —que han presentado la exposición en rueda de prensa en compañía de la delegada del área de Cultura de la Diputación de Valencia, María Jesús Puchalt, y del director del MuVIM, Joan Gregori— han coincidido en subrayar lo "divertido y sencillo" que ha resultado este proyecto conjunto. "Si los músicos pueden tocar a cuatro manos, nosotros somos capaces de pintar a seis manos y hasta con el culo si hace falta", ha bromeado Barberá.

Willy Ramos ha explicado que las obras se realizaron a lo largo de diversos días en su estudio o en el de Barberá —ya que López reside en Murcia— y que completaron alrededor de un centenar de trabajos juntos. "Hubo total libertad para repintar y tapar lo que había hecho otro", ha relatado el artista, que ha asegurado que esta actividad le ha servido para seguir evolucionando en su producción en solitario.

Por su parte, Eusebio López ha subrayado que, pese a las divergencias de estilo de cada uno de los pintores, se ha producido en esta exposición —que ha comisariado María José Gallach— "un encuentro" y un "trasvase de imaginación".

María Jesús Puchalt ha manifestado que es "un día especial", ya que con esta exposición se reabre la Sala Parpalló —"creada en 1980 y que fue el primer espacio" en Valencia dedicado al arte moderno y más arriesgado, ha recordado— después de que abandonara su anterior sede en el convento de la Trinidad para ahorrar gastos.

La diputada ha admitido que los últimos meses han sido de "dudas" y "se ha escrito mucho sobre la desaparición y el futuro incierto de la Sala Parpalló". "En esos momentos no tuvimos un cheque en blanco y ahora hemos entendido que no tenían por qué darlo", ha dicho a los periodistas presentes María Jesús Puchalt, que ha agregado que esta situación ha servido finalmente de "estímulo" para consolidar el "compromiso" con la histórica sala.

"perfecta simbiosis"

En esta línea, ha defendido la ubicación de la Parpalló en el MuVIM, ya que entre los dos se da una "perfecta simbiosis", ha opinado. "Ha llegado el momento —ha aseverado— de dejar de pensar en la Sala Parpalló como en un edificio, sino que hay que pensar en ella como en un concepto que se va a desarrollar en su plenitud" en su nueva etapa.

Sobre la orientación que seguirá el espacio expositivo a partir de ahora, la diputada ha adelantado que la previsión es que cada año haya una exposición dedicada a artistas consagrados y otra protagonizada por "el atrevimiento de las nuevas promesas". Esta última se verá, probablemente, tras el verano. Asimismo, ha apuntado que también se va a exhibir una muestra centrada en el dibujante valenciano Paco Roca.