La Policía Nacional ha desarticulado un grupo organizado dedicado al secuestro de personas para cobrar el rescate, en el marco de una operación que se ha saldado con la detención de siete personas, entre ellos tres jóvenes de entre 19 y 23 años que supuestamente planeaban y ejecutaban los secuestros, y con el registro de cinco domicilios.

Según informa en un comunicado el Cuerpo Nacional de Policía, los detenidos actuaban en la vía pública encapuchados e intimidaban a sus víctimas con armas de fuego para introducirlos en un vehículo, atarles y obtener dinero en efectivo.

También utilizaban los coches robados a los secuestrados para atracar establecimientos comerciales a punta de pistola y controlaban tres invernaderos de marihuana con un total de 185 plantas que han sido incautadas, junto a tres escopetas, una pistola automática, un revólver, una pistola eléctrica, una ballesta, una catana, un kilogramo de hachís y 62 pastillas de éxtasis, además de un todoterreno de alta gama y 25 teléfonos móviles robados.

Las investigaciones se iniciaron el pasado mes de enero cuando los agentes detectaron las actividades de esta organización criminal. Las primeras pesquisas dieron como resultado la identificación de los jóvenes, residentes en una zona marginal de Granada.

Su modus operandi consistía en asaltar a sus víctimas encapuchados, haciendo uso de la violencia física y de la intimidación con armas de fuego. Una vez que el secuestrado era llevado hasta el lugar elegido para el cautiverio le agredían para exigir el pago de un rescate si querían ser liberados.

Estos rescates alcanzaban los 15.000 euros y en una ocasión llegaron a amedrentar al secuestrado "jugando" con él a la ruleta rusa, consistente en introducir un solo cartucho en el tambor del revólver y accionar el disparador mientras apuntan a la víctima, por lo que el disparo de la bala depende del azar.

La banda delictiva no sólo se lucraba con los secuestros y robos, sino que también obtenía beneficios por la elaboración, venta y distribución de marihuana, gracias a tres invernaderos de interior que controlaban.

Toda la instalación eléctrica efectuada para dar luz, calor y ventilación a los diferentes invernaderos se había enganchado de manera ilegal y defraudando el fluido eléctrico que utilizaban. Las plantas disponían de los elementos necesarios para la rápida producción del estupefaciente como lámparas de calor, extractores, ventiladores, termostatos, medidores de PH, humidificadores y productos químicos para agilizar el rápido crecimiento de la cosecha.

La operación ha culminado con la detención de los tres jóvenes de entre 19 y 23 años como presuntos responsables de varios delitos de robos con violencia, detenciones ilegales, lesiones, contra la integridad moral, tenencia ilícita de armas, robos con fuerza, robo de vehículo y contra la salud pública.

La operación ha sido desarrollada por el Grupo de Atracos y el Grupo de Estupefacientes de la Brigada Provincial de la Policía Judicial de Granada en colaboración con agentes de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Policía de Andalucía Oriental.