La Audiencia de Málaga ha condenado a un joven a tres años de prisión por un delito de agresión sexual, al considerar probado que siguió a una mujer hasta su casa con el propósito de abusar de ella. La Sala entiende que el acusado, que ha pagado indemnización a la víctima, actuó así influido por su adicción al alcohol.

Los hechos sucedieron en noviembre de 2011. Según se declara probado en la sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, la mujer estaba hablando con un amigo en una plaza de Antequera (Málaga) cuando se aproximó el acusado y le preguntó si quería mantener relaciones sexuales, a lo que ella se negó.

Tras esto, la mujer abandonó la plaza y se fue caminando sola a casa, a lo que el procesado la abordó con el mismo propósito y, "empleando la fuerza para contener la reacción" de la víctima, empezó a realizarle tocamientos y a besarla en la boca, mostrando de nuevo ella su rechazo y logrando irse, señala la resolución.

Seguidamente, el hombre, de 20 años, volvió a interceptarla y a repetir los actos "empleando la violencia", aunque la víctima consiguió de nuevo zafarse y seguir andando. No obstante, sigue la sentencia, fue de nuevo alcanzada por el acusado, que la empujó contra una esquina y le realizó tocamientos.

La mujer, se indica, salió huyendo, pero fue de nuevo alcanzada por el procesado, quien al empezar ella a gritar, abandonó el lugar. La víctima creyó que el joven no volvería a molestarla y corrió a casa, pero éste apareció de nuevo cuando estaba en un portal y utilizó la fuerza para meterla dentro.

Allí, precisa la sentencia de la Sección Novena de la Audiencia de Málaga, el acusado se abalanzó sobre ella y volvió a realizarle tocamientos y a intentar obligarla a tener relaciones, cuando entró una prima de la víctima, que vivía en el edificio, y el procesado salió corriendo del lugar.

El joven ha sido condenado por un delito de agresión sexual. Ha abonado los 9.000 euros de indemnización solicitados, por lo que el Tribunal ha estimado la atenuante de reparación del daño y también la de embriaguez, al considerarse que cometió los hechos influido por su adicción al alcohol.

El ministerio fiscal al comienzo del juicio modificó su acusación inicial, a lo que se adhirió la acusación particular, instando a que se hiciera entrega de los 9.000 euros consignados. El acusado, igualmente, mostró su total conformidad con las calificaciones y su defensa no consideró necesario seguir con el juicio.

Además de la pena de prisión y la indemnización, se le impone la prohibición de acercarse a menos de 500 metros y comunicarse con la víctima por cualquier medio durante siete años.