CSIC detecta que la exposición a un vertido tóxico durante el desarrollo de la cigüeña blanca afecta a su reproducción

Las nacidas tras el vertido muestran mayor productividad al inicio de su vida reproductiva y una prematura disminución de su éxito reproductor más tarde
Ejemplares De Cigüeña Blanca Analizadas En El Estudio Del CSIC En Aznalcóllar
Ejemplares De Cigüeña Blanca Analizadas En El Estudio Del CSIC En Aznalcóllar
EUROPA PRESS/JULIO BLAS
Ejemplares De Cigüeña Blanca Analizadas En El Estudio Del CSIC En Aznalcóllar

Un equipo de investigadores de la Estación Biológica de Doñana (EBD), centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Sevilla, ha encontrado evidencias, a través de un estudio de campo de siete años de duración, de que la exposición a un vertido tóxico durante el desarrollo de la cigüeña blanca tiene efectos a largo plazo en la reproducción de esta ave que puede vivir más de 30 años en libertad.

La investigación, publicada en la revista PLoS ONE, constituye la primera evidencia científica en condiciones ambientales reales, fuera del laboratorio, de la asociación entre la exposición a contaminantes durante las primeras etapas de la vida de un individuo y su eficacia biológica, según ha informado en una nota el CSIC.

Para este hallazgo el equipo de investigadores formado por Raquel Baos, Roger Jovani, David Serrano, José Luis Tella y Fernando Hiraldo, ha utilizado como marco un hecho real y ampliamente conocido, el desastre ecológico ocurrido el 25 de abril de 1998 en el municipio sevillano de Aznalcóllar, del cual se cumplen ahora catorce años y que supuso la rotura de la balsa de residuos de la mina de pirita Boliden-Apirsa y el vertido de unos seis millones de metros cúbicos de aguas y lodos tóxicos en el entorno del Parque Nacional de Doñana, espacio que concentra una de las poblaciones más numerosas de cigüeña blanca —Ciconia ciconia—.

Desde principios de los años ochenta la EBD lleva a cabo un seguimiento de la población de cigüeña blanca a través del marcaje de los pollos nacidos cada año con anillas de plástico codificadas, que se pueden identificar a distancia mediante el uso de telescopios.

El seguimiento incluye también el conteo de nidos, la identificación de emparejamientos y determinación de parámetros reproductivos como el tamaño de la puesta, o el número de pollos que consiguen volar del nido, entre otros.

Así, este monitoreo se continuó realizando después del vertido, lo que según Baos "permitió comparar el éxito reproductor de los ejemplares que nacieron después del vertido y que, por tanto, habían estado expuestos a él durante su desarrollo, con el de los ejemplares que nacieron antes del accidente, no expuestos al vertido durante el desarrollo, a lo largo de siete año, entre 1999 y 2005; y evaluar así si la exposición de estas aves a los contaminantes durante las primeras etapas de su vida afectó más tarde a su reproducción".

El equipo de investigadores encontró que las hembras nacidas antes del vertido siguieron el patrón habitual de reproducción en aves de larga vida, es decir, incrementaron su productividad conforme avanzaba su edad; mientras que las nacidas después del vertido mostraron una mayor productividad al comienzo de su vida reproductiva, para luego experimentar una prematura disminución de su éxito reproductor.

La teoría evolutiva predice que los organismos seleccionan estrategias vitales para maximizar su 'fitness' o eficacia biológica. 'Fitness' es el vocablo inglés que define la contribución genética de los organismos a las generaciones futuras, basándose en la existencia de compromisos entre distintos caracteres como, por ejemplo, la duración de las etapas juvenil y adulta, la duración e intensidad del crecimiento, el inicio del envejecimiento, o la secuencia temporal de sucesos y procesos como la reproducción, el almacenamiento de reservas o la dispersión a nuevos lugares, en cuanto a la disponibilidad de recursos.

Según esta teoría, explica Baos, "los organismos podrían incrementar su inversión reproductiva actual cuando el valor reproductivo residual, es decir, el que correspondería a la reproducción futura es bajo, frente a una probabilidad de supervivencia baja, ahorrar energía y recursos para reproducirse en el futuro puede no resultar rentable y, por tanto, con el objetivo de maximizar su eficacia biológica, un organismo puede dirigir todos sus esfuerzos a potenciar la reproducción presente". Este es probablemente el caso de las cigüeñas nacidas después del vertido.

Alteraciones en el sistema inmune

En estudios anteriores se detectó que los pollos de cigüeña nacidos hasta cuatro años después del vertido mostraron alteraciones en el sistema inmune, en la respuesta adrenocortical al estrés, daños en el ADN e incluso deformaciones morfológicas.

Concluyen los investigadores que estos efectos subletales que comprometían las expectativas de vida de las cigüeñas nacidas después del vertido, pudieron actuar como señales fisiológicas que les llevaron a invertir más recursos en la reproducción durante las primeras etapas de su vida reproductiva; esfuerzo que supondría un coste añadido y contribuiría a una senescencia prematura en el mismo sentido.

"Nuestros resultados sugieren que los desastres medioambientales pueden tener consecuencias difíciles de detectar en las poblaciones silvestres si no es mediante seguimientos a largo plazo, especialmente cuando afectan a individuos en desarrollo, y alertan de los posibles efectos de la exposición a las mezclas de contaminantes en dosis bajas, que son las que normalmente encontramos en la naturaleza, y de su potencial impacto sobre la dinámica de las poblaciones afectadas", apunta Baos.

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