El astillero Factoría Naval de Marín ha presentado un nuevo plan de negocio que "garantiza la viabilidad" de la empresa y le permite abandonar la situación de preconcurso de acreedores para "volver a competir en el mercado de las reparaciones de buques", según el anuncio del conselleiro de Industria, Javier Guerra, que ha aludido al "nacimiento de una nueva Factoría Naval". La Xunta hará un seguimiento quincenal de su cumplimiento con la propia empresa y también se reunirá bimestralmente con los trabajadores.

En un día que ha calificado de "histórico" y "magnífico para el sector naval", Guerra ha presidido en Marín una reunión con las cinco partes implicadas en el acuerdo: la Xunta a través del Igape, los proveedores, las entidades financieras, los trabajadores y la empresa, cuyos intereses "se han alineado después de muchos meses de trabajo" con el objetivo común de que "Factoría Naval vuelva a ser lo que era", ha explicado el conselleiro. Javier Guerra ha puesto este caso como "ejemplo de cómo se puede resolver un conflicto" y ha elogiado el papel del Igape y de Xesgalicia como "demostración de para qué sirven en momentos delicados".

En virtud al acuerdo rubricado, el astillero "queda con una cierta liquidez para seguir adelante", aunque ni el conselleiro, ni el director general de Factoría Naval, Enrique Lago, ni los representantes de los trabajadores y los proveedores quisieron concretar la cuantía económica que se le inyectó a la empresa. "Suficiente para que funcione", ha apostillado Javier Guerra, quien ha asegurado que la Xunta no aportó más dinero sino que "hizo valer" la cantidad que ya había puesto, adelantando el importe de los avales comprometidos.

Nueva etapa

Guerra ha atribuido esta decisión al "esfuerzo de todos" y ha advertido ante Enrique Lago de que "si no se cumpliera el plan habría que buscar otro tipo de alternativas, que no nos planteamos". En este sentido, el director general de Factoría Naval ha asegurado que "empieza una nueva etapa" con el apoyo de la Xunta, los proveedores y las entidades financieras y se ha dirigido a los representantes del comité de empresa para hacerles partícipes del "reto" que tienen por delante. "Con el esfuerzo de todos lo vamos a conseguir", ha añadido Lago.

En representación de los trabajadores, el secretario general del metal de UGT, Manuel García, ha indicado que la plantilla tiene "cierta confianza" en el plan de negocio y ha apelado a la Xunta para velar por su seguimiento conjunto. "No hemos dado un voto en blanco", ha precisado García, advirtiendo a la Consellería de Industria y a la empresa de que los trabajadores estarán "muy vigilantes" y le exigirán a la Administración "que tome cartas en el asunto si esto va mal".

En representación de los más de 300 proveedores de Factoría Naval, Rafael Outeiral, de Nodosa, ha señalado que éstos van a "intentar apoyar en todo", incluso "en la posibilidad de facilitar carga de trabajo para el astillero". Outeiral ha destacado que la empresa vuelve a tener liquidez para "pagar las indemnizaciones a los trabajadores que están en casa, pagar a los proveedores y tener cash flow suficiente para salir adelante y generar confianza en el mercado".

Factoría Naval queda con 27 personas en su plantilla después de haber prescindido de 35 operarios, por lo que el conselleiro de Industria ha intentado tranquilizar a los representantes de los trabajadores afirmando que "este acuerdo ha costado demasiado como para que no sea razonable". Javier Guerra ha recalcado que el "principal problema" que tenía Factoría Naval para salir adelante era la "deuda terrorífica" que arrastraba, por lo que ante la nueva situación el objetivo del astillero es "tener nueva carga de trabajo y cumplir" con los trabajos que tiene pendientes en las radas.

"Cuadra, es creíble y nos lo hemos currado entre todos durante muchos meses", ha insistido Javier Guerra, que contrapuso el efecto positivo del acuerdo alcanzado entre las partes frente a la alternativa de la liquidación del astillero. "La próxima vez que vengamos a Marín será para botar un barco", ha manifestado el conselleiro ante el director del IGAPE, Javier Aguilera, la alcaldesa de Marín, María Ramallo, y los representantes de los trabajadores, los proveedores y la empresa.