Veinticuatro años después de la visita de Juan Pablo II –el 8 de noviembre de 1982-, Valencia recibe a un Papa.

Benedicto XVI  ha aterrizado en Valencia con el objeto de clausurar el Encuentro Mundial de las Familias.

Los valencianos reciben al Sumo Pontífice en una semana especialmente complicada, en la que han enterrado a las 42 víctimas del accidente de metro.

Todo preparado

No obstante, todo está preparado ya al detalle… incluso las protestas: las extremas medidas de seguridad que han tomado las áreas que visita el Papa –con francotiradores incluidos-, contrastan con el centenar de personas, según la Policía, y más de 300 a juicio de la organización, que se han concentrado ayer en la plaza del Ayuntamiento de Valencia para protestar contra los costes relacionados con la visita del Pontífice.

Según los manifestantes, la ciudad tiene otras necesidades como la inversión en seguridad del Metro.

Entre aplausos y coros de "Papa Go Home" o "Rita no va al metro", los asistentes, convocados en su mayoría por mensajes de telefonía móvil (SMS), mostraron pancartas contra los gastos relacionados con el viaje papal a Valencia.

Críticas

El responsable del área de Medio Ambiente de Esquerra Unida, Xavier García, criticó que las autoridades proclamen que "se gastarán lo que haga falta en la visita del Papa y luego escatimen en gastos para la seguridad del metro, que lo utilizan todos los 'curritos'".

En la misma línea se expresó el coordinador de Els Verds en Valencia, Giuseppe Grezzi, quien aseguró que los responsables políticos -en alusión, entre otros, al conseller de Infraestructuras y Transporte, José Ramón García Antón- "deberían dimitir, aunque sólo fuera por dignidad".

También se dirigió a los responsables políticos María Dolores Canet, vecina del barrio de Patraix , quien, aunque se declaró católica practicante, aseguró que "se ha dado demasiada pomposidad al asunto del Papa" y se mostró convencida de que los católicos deberían ser más autocríticos: "entre nosotros hay gente con muy buena voluntad, pero también mucho fanatismo".

¿Críticas justificadas?

Más de 1,3 millones de visitantes espera la Conselleria de Turismo de la Generalitat este fin de semana en Valencia con motivo de la visita apostólica del Papa Benedicto XVI.

Según sus estimaciones, esto supone que durante este fin de semana la comunidad está obteniendo unos ingresos que estarán entre los 60 y los 70 millones de euros.

Ante la llegada masiva no sólo de turistas, sino de cardenales, arzobispos, obispos, presidentes de movimientos y asociaciones religiosas, la organización del evento reservó más de 8.000 habitaciones de hoteles en la Comunidad Valenciana, Teruel, Cuenca, Albacete y Murcia y más de un millar de habitaciones en los colegios mayores y residencias universitarias, apartamentos y albergues cercanos a la cuidad.