Desarticulada una red que obligaba a mujeres y menores a prostituirse en Valencia y Castellón

Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una red que obligaba a mujeres y menores a prostituirse en clubes de alterne, casas de citas y en la vía pública de Castellón y Valencia, según ha informado la Dirección General de Policía en un comunicado.

Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una red que obligaba a mujeres y menores a prostituirse en clubes de alterne, casas de citas y en la vía pública de Castellón y Valencia, según ha informado la Dirección General de Policía en un comunicado.

Las víctimas eran captadas en Rumanía con falsas ofertas de trabajo y al llegar a España les arrebataban la documentación, les proporcionaban otra falsa y las amenazaban para que ejercieran la prostitución. Han sido detenidas 17 personas, entre ellos el máximo responsable de la organización, y registrados los cuatro clubes que controlaba.

La investigación comenzó en diciembre de 2011 tras recibir varias informaciones sobre un entramado criminal de ciudadanos de origen rumano, asentado en las provincias de Castellón y Valencia. Estos grupos se dedicaban a la trata de mujeres de su misma nacionalidad, incluidas menores de edad, con fines de explotación sexual.

Las primeras pesquisas permitieron a los agentes averiguar que las víctimas eran captadas en su país de origen y una vez en España eran obligadas a ejercer la prostitución. Para ello, los encargados de captar a las víctimas en su país, proponían falsas ofertas de trabajo con el objeto de trasladar a las víctimas engañadas hasta España.

Amenazas y agresiones físicas

Una vez en España, esa oferta original de trabajo se convertía en el ejercicio coactivo de la prostitución. Además, los captadores sustraían a las víctimas su documentación de identidad sustituyéndola por otra falsa con el objetivo de dificultar su detección a los investigadores. Asimismo, si alguna de las mujeres se negaba a ejercer la prostitución la confinaban en pisos particulares limitando su libertad de movimiento, según la Policía.

También las amenazaban directamente o a través de sus familias, llegando incluso a sufrir agresiones físicas si no cumplían con su cometido. Estas amenazas llegaron a producirse en Rumanía sobre la familia de una de las víctimas, por lo que los investigadores solicitaron la intervención de las autoridades rumanas.

En el curso de la investigación, los agentes identificaron a las personas que integraban la red criminal y localizaron los cuatro clubes donde las víctimas eran explotadas. Los prostíbulos contaban con grandes medidas de seguridad para evitar fugas de chicas que pudieran delatar a la organización. Así, las víctimas tenían asignado a un vigilante permanente para que en ningún momento permanecieran solas.

Un "importante" dispositivo policial permitió la detención de 14 integrantes de la organización y el registro de cuatro clubes y tres domicilios de las localidades de Burriana y Castellón, donde se halló documentación, así como dinero en efectivo. Posteriormente, las informaciones obtenidas durante la operación condujeron a localizar y detener al máximo responsable de la red y dos de los principales responsables del grupo, estos dos últimos huidos a la isla de Tenerife.

La operación ha sido realizado por el Grupo VII de la Brigada Central de Redes de Inmigración adscrita a la UCRIF Central de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras, el Grupo II de la UCRIF de Valencia, Grupo I de la UCRIF de Santa Cruz de Tenerife y ha contado con la colaboración del GOE de Castellón, el GOE de Villarreal, el GOE de Sagunto y del agregado de Interior de la embajada de Rumanía.

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