Dos detenidos por cometer siete delitos de estafa y otros siete de extorsión en Zaragoza, La Rioja y Huesca

La Guardia Civil ha detenido a dos hombres, como presuntos autores de siete delitos de estafa y otros siete de extorsión, que se hacían pasar por instaladores de gas en localidades de la provincia de Zaragoza, La Rioja y Huesca.
Efectos Incautados En La Detención
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GUARDIA CIVIL ZARAGOZA
Efectos Incautados En La Detención

La Guardia Civil ha detenido a dos hombres, como presuntos autores de siete delitos de estafa y otros siete de extorsión, que se hacían pasar por instaladores de gas en localidades de la provincia de Zaragoza, La Rioja y Huesca.

Según han informado fuentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Zaragoza, se trata de F.N.P., de 34 años y vecino de Cornellá de Llobregat (Barcelona), y A.J.N.M., de 37 años y vecino de Almería, detenidos este pasado lunes en el barrio rural de Garrapinillos, en Zaragoza.

Las investigaciones comenzaron el 16 de abril cuando fueron localizadas varias personas que se dedicaban a revisar el gas de forma fraudulenta en un camino ubicado en el término municipal de Utebo.

Los agentes encontraron en el barrio de Garrapinillos un vehículo, ocupado por una persona y estacionado frente a dos establecimientos. Otras dos personas se encontraban en el interior de estos locales realizando labores de reparación y revisión de gas butano.

El ocupante del vehículo manifestó que era su primer día de trabajo y que al observar la forma de actuación de sus compañeros y tener dudas sobre su legalidad, había decidido permanecer en el vehículo hasta su regreso a Burgos.

Este hombre también detalló que sus dos acompañantes habían comentado, durante el trayecto desde Burgos a Zaragoza, que ellos se quedarían el dinero cobrado y que sólo entregaban a la empresa el concepto de IVA, lo que le pareció sospechoso.

Tras conocer estos hechos, los agentes se entrevistaron con el propietario de los dos establecimientos, que informó que estas dos personas habían entrado en los locales afirmando ser revisores de gas con carnets identificativos y le comunicaron que la revisión le costaría 200 euros por local.

Por ello, la Guardia Civil requirió a estas dos personas con el fin de aclarar los motivos por los que estaban trabajando en la zona, si estaban autorizados o si habían sido requeridos por los establecimientos. Durante esta entrevista, ambos respondieron que trabajaban para una empresa de la que eran operarios y que aunque no habían sido requeridos, ofrecían sus servicios.

Los agentes inspeccionaron el vehículo, hallando en su interior reguladores de gas, gomas y otros materiales relacionados y comprobaron que se trataba de un vehículo de alquiler que había sido contratado en la provincia de Castellón.

De las informaciones obtenidas, la Guardia Civil determinó que en el vehículo utilizado por los detenidos también viajaban otros dos ocupantes más, que por el momento no han sido localizados.

Además, se ha concluido que la empresa para la que trabajaban había sido anteriormente objeto de investigación por hechos similares por el Equipo de Policía Judicial de Llanes (Asturias).

Modus operandi

Los dos detenidos actuaban en grupos de cinco personas, sin tener una hoja de ruta establecida de antemano, vestían ropas de trabajo y simulaban ser instaladores autorizados mediante la exhibición de logotipos en indumentarias o carnets falsificados.

En sus desplazamientos utilizaban vehículos de alquiler amparados con la formalización de los contratos con una empresa relacionada con la reparación y el mantenimiento de instalaciones de gas.

Actuaban en núcleos rurales aislados habitados por personas de avanzada edad residentes en viviendas antiguas, dispersas y en donde es probable que se use suministro de gas butano.

Accedían a las viviendas de forma repentina, intimidatoria y coercitiva, diciendo a sus víctimas que era obligatoria la revisión, que si no les iban a cortar el suministro o incluso que les dejarían las tarjetas de crédito para realizar el cobro.

Tras simular que realizaban cambios de elementos en la instalación o que limpiaban las estructuras, cobraban unas cantidades abusivas por estos trabajos. Además, obligaban a los moradores a firmar un contrato de mantenimiento anual entre la empresa y el titular. En la mayoría de los casos el perjudicado firmaba la documentación y abonaba la cantidad establecida por miedo.

En cuanto a la actuación de los operarios en las instalaciones de gas doméstica, realizaban modificaciones y manipulaciones para las que no estaban habilitados.

Las dos personas detenidas formaban parte de una organización delictiva y ambos cuentan con numerosos antecedentes policiales por hechos de este tipo, pasando a disposición judicial este miércoles.

La Guardia Civil continúa con las investigaciones, sin descartar nuevas detenciones o la imputación de más delitos de similares características.

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