La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha citado de nuevo este jueves a los vecinos de Artieda para intentar formalizar las expropiaciones de las diez hectáreas que se verán afectadas por la reposición de la carretera A-1601, hacia Ruesta, con motivo del recrecimiento del embalse de Yesa.

En esta ocasión están citados en las propias parcelas, a las 10.00 horas los propietarios particulares y a las 12.00 horas el ayuntamiento, dueño de parte de los terrenos que se quieren expropiar.

La última citación fue el pasado 29 de febrero. Entonces los nueve propietarios, incluido el Ayuntamiento, apoyados por todos los vecinos del pueblo, formaron una cadena humana impidiendo la entrada de los funcionarios de la CHE al pueblo y a la sede del consistorio.

Finalmente, el alcalde de Artieda, Javier Jiménez, acordó con los representantes de la Confederación la firma de un escrito en el que constaba que los técnicos habían comparecido y el primer edil manifestaba que los nueve vecinos afectados rehusaban firmar cualquier acta de expropiación.

El alcalde de esta localidad ha señalado que Artieda mostrará su oposición a este proyecto y a cualquier expropiación derivada del mismo. "No puedo adivinar la respuesta de la gente pero, previsiblemente, será similar. La oposición al acto del levantamiento de actas y mostrar una vez más el rechazo a este proyecto injusto, insolidario e innecesario".

Como representante del Ayuntamiento, propietario de alguna parcela, Jiménez ha asegurado que de nuevo el consistorio "no tiene intención de firmar ningún acta". "Rechazamos el proyecto y cualquier expropiación. Como cualquier particular, no tengo intención de firmar ningún acta que nos expropie nuestras tierras que son nuestro modo de vida", ha aseverado el alcalde.

Los vecinos de Artieda consideran que el recrecimiento de Yesa, al que se oponen desde hace 30 años, "es un despilfarro en el que se han tirado cien millones de euros cuando el actual embalse ronda solamente el 50 por ciento de su capacidad".

Las actas que la CHE intenta firmar suponen la expropiación de alrededor de 10 hectáreas de tierra para la reposición de la carretera de Ruesta, obras anexas al proyecto de recrecimiento del embalse de Yesa.

Unas tierras cuya expropiación no es necesaria para recrecer el embalse sino para elevar la cota de la carretera, en previsión del anegamiento del trazado actual. Así, en caso de que los vecinos persistan en su negativa, la CHE levantará el acta de expropiación forzosa.