Condenado a cuatro años y medio por dar a su pareja continuos golpes, tirones de pelo y mordiscos

La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a cuatro años y seis meses de prisión a un individuo que sometió a su compañera sentimental durante más de un año a continuas agresiones tanto físicas como verbales hasta que, en agosto de 2009, la víctima denunció después de que durante discusión le propinase un mordisco en un pecho y le ocasionará una herida de la que tardó en curar seis días y por la que le ha quedado cicatriz de tres centímetros.

La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a cuatro años y seis meses de prisión a un individuo que sometió a su compañera sentimental durante más de un año a continuas agresiones tanto físicas como verbales hasta que, en agosto de 2009, la víctima denunció después de que durante discusión le propinase un mordisco en un pecho y le ocasionará una herida de la que tardó en curar seis días y por la que le ha quedado cicatriz de tres centímetros.

La sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, desestima el recurso de apelación de la defensa del acusado y confirma el fallo del Juzgado de lo Penal número 5 que le impuso penas de tres años y nueve meses de prisión como autor de delitos de violencia habitual, lesiones y amenazas. El hombre tampoco podrá acercase a su expareja a menos de 500 metros durante once años ni comunicarse con ella por ningún medio.

Según recoge el apartado de hechos probados, el acusado, desde que se inició la relación sentimental, sometió a la víctima en el interior del domicilio familiar que ambos compartían en Huércal de Almería a "continuos golpes, empujones, zarandeos y tirones de pelo, llegando incluso —subraya— a cogerla fuertemente del cuello mientras profería insultos y amenazas de muerte".

El fallo indica que, en la madrugada del 18 de agosto, y mientras que ambos se encontraban en la vivienda, se abalanzó sobre ella en el transcurso de una discusión y le dio un mordisco en el pecho derecho, lo que le produjo una lesión contusa. Poco después, durante otra pelea, y con la "intención de atemorizarla", le dijo que como no le "devolviera el móvil, le pegaría un paliza de muerte".

La Sección Tercera rechaza que, tal y como sostuvo la defensa en su recurso de apelación, la víctima, quien negó a declarar en el acto de juicio, denunciase al acusado "presionada" por su madre, así como que esta última, quien, según apuntó el letrado, no aceptaba la relación, actuase instigada por una vecina de la pareja y por la exnovia del acusado.

Así, subraya que la víctima sí prestó declaración ante el juzgado instructor de la causa y relató los malos tratos habituales a los que le sometía el acusado, al tiempo que remarca que los testimonios de los dos testigos de referencia —madre y vecina— fueron contundentes y claros.

En concreto, hace alusión la sentencia de la Audiencia Provincial a que la declaración de la madre se basó en lo que le había contado su hija y en las lesiones que pudo observar en su cuerpo, incluido un mordisco en la mano izquierda y moratones en el cuello.

Por su parte, la vecina, cuyo domicilio esta unido por una pared con la vivienda de la pareja, contó al juez que, desde que comenzase la convivencia, había "notado situaciones que eran anormales", tales como "muebles que eran arrojados contra la pared, golpes en las puertas, lloros continuos y amenazas del acusado que le decía a la víctima que la mataría si le dejaba".

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