El bebé de quince días hallado muerto en Gran Canaria al lado de su madre presentaba signos de violencia, y fue encontrado en un invernadero abandonado dentro de un bolso, por lo que su madre fue detenida, ha confirmado a Efe el jefe de la Policía Local de Ingenio, Ciriaco Pérez.

La primera alerta en torno a este suceso se tuvo pasadas las dos de la tarde de ayer, cuando el padre del bebé acudió a la Policía Local y denunció la desaparición de su hijo y su madre, diciendo que temía por ambos porque la mujer tenía una depresión posparto, ha relatado.

La actitud del padre les puso en alerta "porque estaba muy nervioso", ha subrayado Pérez, quien ha explicado que ante su denuncia se activó un dispositivo de búsqueda en los alrededores del domicilio de la pareja, en la calle República Argentina de El Carrizal, con una veintena de agentes de Policía Local, Protección Civil y Guardia Civil y vecinos de la zona.

Precisamente algunos de estos vecinos, que participaban en los rastreos junto a los familiares de la detenida, fueron los que la localizaron finalmente junto al bebé sobre las siete de la tarde, cuando habían pasado horas "peinando la zona", ha precisado.

En el mismo lugar del hallazgo, un invernadero abandonado situado a 400 o 500 metros del domicilio de la pareja, agentes de los cuerpos de seguridad practicaron los primeros auxilios al bebé, aunque casi de inmediato lo trasladaron a un centro de salud al ver que no respiraba, ha añadido.

La madre, de nacionalidad china y de entre veinte y treinta años, fue detenida por agentes de la policía judicial de la Guardia Civil.

Ni el jefe de la Policía Local ni la Comandancia de la Guardia Civil de Las Palmas han podido confirmar si el bebé murió por asfixia, como se sugiere en algunos periódicos locales, o por otro tipo de lesión, y Ciriaco Pérez se ha remitido a la espera de la autopsia.

La Guardia Civil, por su parte, solo ha corroborado en relación a este caso que se había encontrado muerto a un bebé en El Carrizal ayer por la tarde y que se había detenido a su madre, de nacionalidad china, agregando que no podían ofrecer más datos al haberse decretado el secreto sobre las diligencias del caso.

En la zona del suceso, agentes de la Guardia Civil recababan pruebas esta mañana para tratar de esclarecer el suceso.