Los trabajadores de Cementos Alfa siguen "en ascuas" en relación con el futuro de la planta de Mataporquera (Valdeolea), al no haberse concretado todavía las dos fábricas que el Grupo Cementos Portland, filial del Grupo FCC quiere cerrar en España.

En declaraciones a Europa Press, el presidente del Comité de Empresa, Javier Lavid, ha explicado que después de mantener dos reuniones con responsables de la planta, continúan sin saber "exactamente" los planes de cierre de la cementera.

El próximo jueves mantendrán una nueva reunión en la que esperan que la dirección de la fábrica concrete algo más. Según Lavid, se están haciendo "estudios exhaustivos" para decidir qué plantas cierran, "posiblemente dos del norte", ha señalado.

Los trabajadores viven en esta situación de incertidumbre después de que hace algo más de un mes la empresa anunciara el cierre "temporal" de dos de sus ocho fábricas de España, pero sin concretar cuáles.

"Nos tienen en ascuas, no sabemos más", ha recalcado el presiente del comité de empresa, que confía en que se les proporcione más información en el encuentro que dentro de tres días mantendrán con el director técnico y la directora de Recursos Humanos de la planta de Mataporquera.

Plan de negocio

Cementos Portland está elaborando un plan de negocio a medio plazo, para el periodo 2012-2016, que incluye las medidas de reestructuración y ajuste que la cementera controlada por FCC prevé acometer en el presente ejercicio.

La firma que preside Juan Béjar comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que las medidas "de choque" programadas incluyen el "cierre temporal de instalaciones" y tienen como fin "afrontar la grave situación que atraviesan los mercados".

Asimismo, indicó que negocia con sus entidades financieras en la refinanciación de su deuda bruta de unos 1.500 millones de euros, un proceso en el que "no se requerirá más capital, sino sólo modificación y alargamiento de los plazos de vencimiento y pago".

Además, Portland confirma a que pretende amortizar entre 200 y 300 millones de euros de este monto de pasivo total, bien mediante la venta de activos, como puede ser el negocio cementero que tiene en Estados Unidos, o con una inyección de capital por parte de inversores industriales o financieros.