Los bomberos de la Agencia Navarra de Emergencias aconsejan a las comunidades de vecinos que realicen las preceptivas inspecciones de sus instalaciones contra incendios, así como los trabajos de mantenimiento de las mismas, para evitar problemas en el caso de que sea necesaria su utilización, "como ha ocurrido recientemente al intentar sofocar algunos incendios".

En concreto, según ha informado el Gobierno de Navarra en un comunicado, los bomberos han encontrado deficiencias en el mantenimiento de las denominadas columnas secas. Se trata de una instalación para uso exclusivo de los bomberos, que forma parte normalmente de edificios altos, consistente en una tubería ascendente con una toma de agua en la fachada y bocas de salida en las plantas del inmueble.

Los bomberos conectan las cisternas de sus camiones a la toma de la fachada y el agua suministrada a presión asciende por la tubería, de forma que puede ser utilizada con mangueras enchufadas a las bocas de salida de la planta donde se ha producido el incendio. De esta forma, se evita tener que desplegar mangueras a lo largo de las escaleras, lo que por otra parte no siempre es posible, y se agilizan los preparativos para comenzar a atajar las llamas.

Los problemas más comunes con los que tropiezan los servicios de extinción de incendios son los de rotura y atasco de tuberías, llaves de apertura y cierre estropeadas, racores de conexión en mal estado y otras deficiencias, lo que puede traducirse en una demora a la hora de atacar el fuego cuyas consecuencias pueden ser muy graves.

Al ser un elemento que no se utiliza habitualmente, destaca el Gobierno foral, es "muy importante" realizar periódicamente las inspecciones y cumplir los programas de mantenimiento para garantizar un correcto estado cuando sea necesario su uso por parte de los bomberos.

Según el Reglamento de instalaciones de protección contra incendios, cada seis meses debe comprobarse la accesibilidad de la toma de la calle y de las bocas de salida de los pisos, así como la operatividad de las tapas y el correcto funcionamiento de cierres, bisagras y llaves de paso y seccionamiento. Además, se aconseja, cada 5 años, someter al sistema de columna seca a pruebas de estanqueidad y resistencia mecánica a la presión.