Mucho más que 'Tómbola': 5 momentazos de Pepa Flores que valen un Goya (y más)

De haber nacido unos grados de latitud más arriba (en la Francia del ye-yé) o más a la derecha (en la Italia de Mina y Rita Pavone), a lo mejor Pepa Flores sería ahora un icono internacional del estilo, la elegancia y el talento pop. Pero, como le tocó en suerte habitar en la España de Franco, la actriz y cantante malagueña (conocida como Marisol hasta que no pudo más) solo pudo demostrar sus habilidades como ídolo infantil, primero, y después en una filmografía adulta que a veces dio frutos valiosos hasta que ella decidió mandarlo todo al traste para vivir su propia vida.

Ahora que Flores acaba de ser anunciada como destinataria del Goya de Honor 2020, que recogerá en su ciudad natal, queremos dar testimonio de un talento y un carisma que sobrevivieron a un contexto infinitamente cutre.

El origen de Pepa Flores como estrella infantil está ahí, y no podemos obviarlo. Pese a la sordidez oculta tras sus fotogramas, que por desgracia fue mucha, pecaríamos de estultos si negáramos que en él habitan joyas pop como esta canción de la BSO de Ha llegado un ángel (1961), su segundo largometraje. Recordemos que, cuando rodó esta escena, la actriz tenía 13 años. Ahí queda eso.

Aunque puede ser acusada (y no sin razón) de mirarse demasiado en Tú a Boston y yo a California, Marisol rumbo a río (1963) es una de las películas más simpáticas que protagonizó Pepa Flores durante su infancia. Y entre sus mejores escenas está este momento musical en el que la protagonista se basta para llenar ella sola la pantalla.

Durante la segunda mitad de los 60, una Pepa ya casi veinteañera dio un giro considerable a su imagen. Un giro, incluso, muy atrevido para lo que entonces se permitía (y le permitían a ella). Valga como ejemplo este momentazo de Las 4 bodas de Marisol (1967) donde nuestra heroína demuestra que cantaba, bailaba y actuaba como una titana. Al otro lado de los Pirineos, Françoise Hardy y France Gall se convirtieron en ídolos internacionales por menos que esto.

Dirigido por el inefable Valerio Lazarov (futuro jefazo de la Telecinco mamachicha, y por entonces enfant terrible de TVE), el especial 360 grados en torno a Marisol (1972) es una muestra enorme de kitsch televisivo, pero también es una oportunidad fenomenal para ver a Pepa derrochando estilo y elegancia. Para probarlo, esta versión del clásico de Manolo Escobar, cantada en inglés y chino (!). Al lado de esta extravagancia futurista, la Jane Fonda de Barbarella no pasa de mera aficionada.

Junto a su pareja, el bailarín Antonio Gades, Pepa Flores protagonizó dos películas para Carlos Saura. La segunda fue Carmen (1983), y la primera esta adaptación de la obra de Federico García Lorca fechada en 1981. Queda este momento para demostrar que, pocos años antes de retirarse, la estrella estaba emprendiendo su propia transición (al cine de autor) que podría habernos dado muchas alegrías. Pero en algún momento había que decir "basta".