La Unión (LU) ha afirmado este miércoles que el Ayuntamiento de Santander se ha convertido en el "enemigo perfecto del ciudadano" con su "brutal subida del recibo del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI).

En un comunicado, ha señalado que esta subida, que se suma a "otros incrementos" de impuestos y tasas municipales, afecta a "todos los vecinos de Santander" ya que, aunque lo pagan los propietarios de vivienda, también afecta a los que viven de alquiler, ya que a ellos les "repercute íntegramente el impuesto en el recibo".

El portavoz de la Comisión Gestora de La Unión, Rafael Sebrango, ha denunciado que los recibos del IBI, que el Ayuntamiento ya está girando a los vecinos, "suponen en algunos casos incrementos del 40, del 50, y de hasta el 60 por ciento", "insufribles", a su juicio para la actual recesión.

En su opinión, el Consistorio santanderino, "en vez de gestionar eficazmente la ciudad, nombra Directores Generales, incurre en el mayor déficit del norte de España, gastando en cosas prescindibles y superficiales, y ahora esquilma al ciudadano para que pague las cuentas del desaguisado".

Para La Unión, el Ayuntamiento de Santander ha de reducir el tipo de gravamen del impuesto al mínimo legal, el 0,4 por ciento, y no al 0,507, reconvertido en un 0,527 por aplicación del Decreto del Gobierno de la Nación.

Según ha señalado, el vecino de Santander, además de la fijación del tipo por encima del mínimo legal, y el recargo del 4% fijado por el Decreto de 30 de Diciembre del Gobierno de la Nación, se suma el haber sufrido "un incremento espectacular" de los valores catastrales".

Ha señalado que el incremento de los valores fijado por el Ministerio de Economía y Hacienda, —algo que, a su juicio, ha causado una "gran alegría" en el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Santander, supuso "en algunos casos una subida de valor del 800%, pero en la mayoría de las viviendas de Santander de un 100%".

Para La Unión, el Ayuntamiento de Santander "en vez de convertirse en el enemigo perfecto del bolsillo de los ciudadanos, debería tener un mínimo de conciencia, y reducir los tipos del IBI al mínimo legal".

Aunque ha reconocido que no se va a conseguir congelar las subidas de este impuesto, que dependen sobre todo de la nueva valoración de las casas, ha instado a "por lo menos", "paliar sus efectos devastadores sobre las economías familiares de Santander".

"Este alivio para el vecino, es perfectamente asumible para el Ayuntamiento", ha dicho Sebrango, quien ha opinado que el Ayuntamiento tiene que "empezar a ser consciente que los ciudadanos vivimos en plena recesión, y así podremos empezar a ser una ciudad inteligente".