Cuando se produce un cambio de Gobierno, los que antaño se oponían se desgañitan pidiendo lo mismo que antes negaban. Es cierto que cuando afloran ciertos datos se explican las reticencias. Por ejemplo, la Fundación Humanismo y Democracia ha recibido de las arcas regionales 815.000 euros en cinco años, por delante de ONG conocidas mundialmente como Intermón o Médicos sin Fronteras. Claro que en esta Fundación han ostentado u ostentan puestos (suponemos que remunerados de algún modo) la presidenta de la Asamblea de Madrid, Concepción Dancausa, o el alcalde de Burgos, Aparicio, y el ex portavoz del PP en el Congreso Luis Grandes, por ejemplo. Tales lumbreras no impidieron que la Fundación incurriese en irregularidades en la administración de fondos públicos tanto en Madrid como en Navarra. Su labor de utilidad pública es menos conocida: cantar de diversas formas las glorias del Partido Popular.
Auditorías
Una de las constantes de la vida política española es la resistencia que los gobernantes (en municipios, diputaciones o al frente del Estado) presentan a los intentos de la oposición de controlar las cuentas públicas.
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