La Comisión Europea (CE) apoyó este miércoles el establecimiento de salarios mínimos en el ámbito nacional, así como el "ajuste regular" de los mismos en colaboración con los agentes sociales, dentro de su nueva estrategia dirigida a estimular la creación de empleo y el crecimiento económico en la UE.

Esta es una de las medidas más destacadas expuestas en la comunicación y los documentos de trabajo presentados este miércoles por la CE en Estrasburgo (Francia), donde el Ejecutivo comunitario ha celebrado su reunión semanal, que coincidió con la sesión plenaria del Parlamento Europeo también en esta ciudad.

Con estas recomendaciones, la CE pretende contribuir a la reducción de los actuales niveles récord de paro en la UE y a mejorar las perspectivas económicas. En el apartado sobre reformas estructurales en los mercados laborales nacionales, la Comisión propone la fijación de "salarios decentes y sostenibles", y destaca la necesidad de combatir la precariedad laboral.

En concreto, pide a los países que combatan la segmentación del mercado laboral y el abuso de los "contratos no estandarizados", y señala la necesidad de que haya una mayor "flexibilidad interna" al tiempo que se reduce la "inseguridad laboral".

La Comisión apoya que cada país establezca su propio salario mínimo y propone que éste sea revisado de forma periódica y en colaboración con la patronal y los sindicatos nacionales. Además, señala la necesidad de "un seguimiento más consistente de los desarrollos salariales en los países, y de sus efectos a nivel de toda la UE".

La CE también aboga por dar más protagonismo a los agentes sociales nacionales y europeos en el debate sobre las políticas comunitarias, y respalda dar una "mayor dimensión social" a la gobernanza económica de la UE.

Para facilitar las creación de nuevos puestos de trabajo, la CE propone a los Estados miembros introducir ayudas para la contratación y la creación de empresas, así como una reducción de la fiscalidad laboral, y sugiere compensar esta bajada de los ingresos en las arcas públicas con "impuestos medioambientales".

La CE señala a la economía "verde", la sanidad y las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) como los sectores con mayor potencial laboral para el futuro, y pide a los países que den prioridad a las inversiones en los mismos. Según estimaciones del Ejecutivo comunitario, estos tres sectores podrían crear unos 20 millones de nuevos puestos de trabajo en la UE hasta 2020.

Entre otras medidas, la CE sugiere a los países que ofrezcan "perspectivas laborales a largo plazo" para los trabajadores del sector sanitario y que apliquen estrategias para "retener" a estos profesionales, con vistas a evitar futuras carencias de personal debido al envejecimiento demográfico.

La CE también hace hincapié en aumentar las oportunidades para los más jóvenes, y de promover la formación continua de los trabajadores "como vía para garantizar las oportunidades laborales y la productividad". Asimismo, recalca la necesidad de eliminar los obstáculos para la movilidad de los jóvenes, y en concreto, de facilitar la portabilidad de las pensiones o de las prestaciones de desempleo.

El presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, afirmó en un comunicado que la UE tiene un "gran potencial desaprovechado para la creación de empleo", y pidió a los Estados miembros que "movilicen los recursos existentes y estimulen los mercados laborales en estrecha cooperación con los agentes sociales". Este conjunto de medidas será discutido en una reunión de ministros europeos del ramo que se celebrará en diciembre, según la CE.