Inauguradas las obras de la casa abacial que culminan la restauración del conjunto monumental de Santa María de Ujué

El conjunto se abre ya al público de forma gratuita dentro del calendario de visitas de la Ruta de los Castillos

El consejero de Cultura, Turismo y Relaciones Institucionales, Juan Luis Sánchez de Muniáin, ha visitado este jueves las obras de restauración de la casa abacial de Ujué, que concluyen la restauración del conjunto monumental tras diez años de trabajos financiados por la Fundación para la Conservación del Patrimonio Histórico de Navarra y Príncipe de Viana. El total invertido en Ujué suma un total de 5.576.189,62 euros.

Tanto la iglesia fortaleza como la casa abacial podrán ser visitadas de forma gratuita dentro de la ruta de los castillos y posteriormente mediante visitas de grupos programadas.

La última intervención ha estado centrada en la restauración y rehabilitación de la casa parroquial de origen gótico, situada junto a la iglesia. Los trabajos comenzaron el 19 de noviembre de 2009, pero se han desarrollado casi en su totalidad a lo largo de 2010 y 2011.

El 24 de abril de 2010 tuvo lugar la inauguración de los trabajos de restauración del interior de la iglesia-fortaleza de Santa María de Ujué que ponían punto final a las intervenciones en este edificio, emprendidas en 2002 y que exigieron en total un desembolso de 3,5 millones de euros.

El importe de la casa parroquial es de 1.831.333,29 euros. Se ha instalado, además, una exposición en las dos plantas inferiores de la casa, con un coste de 35.736,30 euros. La restauración de la portada sur de la iglesia y los cierres de los distintos ámbitos que rodean al templo -trabajos realizados en el verano de 2011- han tenido un importe de 251.586,36 euros.

Las obras se han ejecutado a través de la Fundación para la Conservación del Patrimonio Histórico de Navarra, con fondos del Gobierno de Navarra, aunque inicialmente colaboró Caja Navarra.

Trabajos de rehabilitación

El edificio, aparentemente simple, se caracteriza por su complejidad espacial ya que para adaptarse a la fuerte caída del terreno, dispone de varios niveles con accesos independientes. Esta independencia entre plantas permite que se desarrollen distintos usos en el mismo edificio.

Así, hasta ahora, las plantas superiores estaban destinadas a casa parroquial y las inferiores servían como almacén parroquial y aseos públicos para las romerías.

El edificio se encontraba en un estado de deterioro avanzado que impedía el desarrollo de las funciones que albergaba. A la necesidad de mejorar las dotaciones destinadas a casa parroquial se sumaba la circunstancia de que Ujué no disponía de un punto de acogida para visitantes.

Tratándose de un edificio tan estratégicamente situado, se proponía aglutinar ambos usos en el edificio, destinando las plantas superiores a casa parroquial y las inferiores a recepción y acogida de visitantes.

Además, el edificio adosado a la casa parroquial, tal vez "la casa del diezmo", ofrecía la posibilidad de instalar en su interior un ascensor que comunicase la planta baja, al nivel de la plaza, con el atrio de la iglesia, permitiendo de esta forma el acceso al templo y al resto del conjunto monumental a personas con movilidad reducida.

Además, la planta tercera de este edificio resultaba el lugar idóneo para alojar la sala de calderas de la calefacción de la iglesia y de la propia casa parroquial.

De este modo, el proyecto ha dado respuesta a las necesidades actuales, al mismo tiempo que recupera y potencia los valores arquitectónicos, históricos y sociales del edificio principal. Concluida la intervención, desde la placeta se accede a un atrio que ocupa el lugar de una de las edificaciones que habían sido adosadas a la casa parroquial y cuyo estado de ruina había forzado su derribo.

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