El Consell subsana un error material del PTM que permitirá construir el hotel de Sa Ràpita

El próximo 29 de abril el GOB realizará una cadena humana que pretende unir Sa Ràpita con Es Trenc
Cacerolada Sa Ràpita
Cacerolada Sa Ràpita
EUROPA PRESS
Cacerolada Sa Ràpita

El pleno del Consell de Mallorca ha subsanado, con el rechazo de la oposición, un error material del Plan Territorial que permitirá construir el hotel de Sa Ràpita de 1.200 plazas y un campo de golf y por el que el suelo urbanizable de la zona pasa de dos hectáreas a 21 hectáreas, cosa que según ha criticado el PSM-IV-Entesa "no puede ser realizada de esta manera sino en base a una modificación legislativa".

El conseller del Consell de Mallorca de esta formación, Joan Font, ha denunciado que la corrección de los errores materiales del PTM sólo se puede dar para "equivocaciones elementales, debe ser excepcional y se debe admitir con un criterio restrictivo".

Desde el grupo socialista, Luisa Dubón, también ha incido en ese punto y ha dicho que "sólo se pueden aprobar por la Comisión los errores que son claros e inequívocos, que no permitan interpretación, no como ocurre en este caso, ya se parte de un error de base porque se tiene que interpretar".

Por parte del PP, el conseller Mauricio Rovira ha remarcado que para la oposición los "informes técnicos son buenos para GESA y no para según que cosas, como este tema: cuando interesa se dan golpes de pecho apoyando a los técnicos". "Puedo estar de acuerdo o no, pero no votaré en contra de ellos", ha apostillado.

"la oposición está manipulando la opinión pública"

Respecto a las acusaciones de interpretar la Ley, Rovira ha asegurado que no hacen "ninguna interpretación de nada ya que damos por constatado que se dio un error al trasladar el número de hectáreas". Así, ha criticado que desde la oposición se está realizando una "auténtica manipulación de la opinión publica".

El popular ha reincidido en que lo que se ha aprobado este jueves "es una corrección material de errores y no una nueva modificación del PTM" y ha añadido que lo que "no se puede tolerar que se cambie la voluntad de los mallorquines". "El Plan se debe sacar adelante por responsabilidad y porque Campos se merece un desarrollo turístico de la máxima calidad", ha añadido.

El conseller ha remarcado que los partidos que "más radicalmente se oponen -PSM y IU- tenían constancia de que conocían los informes" y espera que no se hubieran dado cuenta de un error" porque aún así aprobaron el Plan y "estaríamos hablando de algo muy serio".

"Incluso los que están en contra sabían que se permitirían estos usos urbanizables", ha reincidido Rovira que ha citado un manifiesto del GOB en el que ha leído que esta asociación no entendía como "los partidos -todos excepto UM- habían aprobado tal plan" en su momento.

Para el popular esto evidencia "la contradicción" de PSIB y PSM y ha afirmado que a él no le preocupa avalar "algo aprobado por los técnicos" ya que no tiene ningún miedo a votar lo que es correcto". 'CACEROLADA' Y

Cadena humana por sa rÀPITA

A las puertas del Consell, se ha realizado una 'cacerolada' en la que el GOB y la Plataforma 'Salvem Sa Ràpita' ha protestado la actuación del Consell y ha anunciado que el próximo 29 de abril a las 11.00 horas llevarán a cabo una cadena humana que pretende unir Sa Ràpita con Es Trenc.

A este efecto y en el turno de intervención ciudadana, la representante del GOB, Joana Maria Ramis, ha censurado la "política de desgobierno" de las instituciones porque "decir que con la construcción se creará empleo es dar argumentos propios de los años 70".

Ramis ha reprobado que el hotel que se está planeando se construirá "a menos de dos kilómetros de Es Trenc -en un Área Natural de Especial Interés (Anei)-" y "no a 5 kilómetros como han dicho, pero lo que es peor, se construirá a 200 metros del arenal de Sa Ràpita".

Para Ramis los argumentos del Govern y el Consell "son indignantes" ya que van encaminados "a hacer mal las cosas" de manera intencionada, "alejándose del bien común para beneficiar a unos pocos mientras impulsan el desgobierno urbanístico".

Así, ha pedido que impere el "sentido común" para que "la construcción no sea el único recuerdo de Mallorca que se pueda vender a los turistas".

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