La junta militar de Guinea-Bissau cierra todas sus fronteras

  • Han disuelto todas las instituciones y creado un Consejo Nacional de Transición.
  • Consolidan así el golpe de Estado dado la pasada madrugada del viernes.
  • Las medidas han sido anunciadas en respuesta al llamamiento de la Comunidad de Países de habla Portuguesa en favor del envío de una fuerza de la ONU.
  • Portugal, antigua potencia colonial de ese país, ha comenzado a mandar a la zona un despliegue militar para examinar de cerca la situación.
Soldados dispersan un grupo de manifestantes que participaban en una protesta contra la situación política que atraviesa Guinea Bissau en la capital del país, Bissau.
Soldados dispersan un grupo de manifestantes que participaban en una protesta contra la situación política que atraviesa Guinea Bissau en la capital del país, Bissau.
EFE
Soldados dispersan un grupo de manifestantes que participaban en una protesta contra la situación política que atraviesa Guinea Bissau en la capital del país, Bissau.

Los militares que han tomado el poder en Guinea-Bissau mediante un golpe de Estado han cerrado el espacio aéreo y marítimo y han advertido de que cualquier violación a esta decisión recibirá una "respuesta militar".

Asimismo, la junta militar precisó, en un comunicado divulgado por la emisora estatal Radio de Difusión Nacional (RDN), que solo los aviones identificados estarán autorizados a aterrizar en el aeropuerto de Bissau, que permanece cerrado al tráfico desde el pasado jueves.

Las medidas han sido anunciadas mediante un comunicado, en respuesta al llamamiento de la Comunidad de Países de habla Portuguesa en favor del envío de una fuerza con mandato de la ONU y a las informaciones sobre el desplazamiento de un barco de guerra portugués a Guinea-Bissau posiblemente para evacuar a los ciudadanos lusos y de otros países.

Golpe de Estado militar

El Ejército de Guinea-Bissau ha disuelto todas las instituciones y ha creado un Consejo Nacional de Transición en una decisión que consolida el golpe de Estado dado la pasada madrugada del viernes y en el que resultaron detenidos el primer ministro, Carlos Gomes Jr., y el presidente en funciones, Raimundo Pereira.

Soldados guineanos han procedido a lo largo de este lunes a dispersar a grupos aislados de manifestantes que han salido a las calles de la capital en protesta mientras Portugal, antigua potencia colonial del país africano, ha comenzado a mandar a la zona un despliegue militar para examinar de cerca la situación y responder con rapidez a cualquier petición de evacuación.

La creación de este consejo tiene lugar tras dos días de conversaciones entre el Ejército y todas las formaciones políticas del país excepto la más importante: el Partido de la Independencia de Guinea y Cabo Verde (PAIGC), principal formación de Gobierno.

Los militares han dejado claro que no ambicionan el poder y que su decisión fue tomada tras caer en sus manos una presunta carta en la que tanto el presidente como el primer ministro aceptaban la intervención de una fuerza de soldados de Angola para detener a ciertos elementos conflictivos en el seno de las Fuerzas Armadas guineanas, quienes tienen a sus espaldas un largo historial golpista.

Condenan el golpe

El golpe de Estado, perpetrado el pasado día 12, se produjo mientras el país —uno de los más pobres del mundo— se encuentra en pleno proceso electoral para celebrar la segunda ronda de sus comicios presidenciales fijados para el próximo 29 de abril.

Los responsables de la asonada aseguraron que actúan contra un supuesto "acuerdo secreto" entre Guinea Bissau y Angola —que tiene desplegados unos 200 soldados destinados a ayudar en la reforma del Ejército guineano— que amenaza la soberanía nacional.

El golpe de Estado fue condenado por Estados Unidos, la Unión Africana, la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO), la Unión Europea, el Consejo de Seguridad de la ONU, y la antigua metrópoli, Portugal, entre otros.

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