Siete personas han muerto este fin de semana en las carreteras catalanas coincidiendo con la primera operación salida de las vacaciones de verano y el primer fin de semana de entrada en vigor del carnet por puntos.

La medida no ha tenido el efecto deseado de reducir la mortalidad en la carretera ya que en el primer fin de semana de julio del año pasado murieron cinco personas.

En el conjunto de las carreteras de España fallecieron un total de 23 personas, dos menos que el año pasado en estas mismas fechas.

La última muerte en Catalunya tuvo lugar anoche en la N-340 cuando el Citröen C4 que conducía Sergio G.M. de 29 años se salió de la via por causa desconocidas y el conductor murió en el acto.

En esa misma carretera, a la altura de Santa Margarida i els Monjos (Barcelona) murió ayer por la mañana un hombre de 75 años al chocar su coche con otro turismo.

En lo que se lleva de año han muerto en las carreteras catalanas 176 personas, dos más que el año pasado durante ese mismo período de tiempo.