Jaén capital ha sufrido un aumento del desempleo del 39,17 por ciento y un descenso en la contratación del 17,7 por ciento entre 2007, cuando comenzó a dejarse notar la crisis, y el año pasado, unas cifras que son "una barbaridad muy difícil de asumir" en una ciudad cuyas perspectivas tampoco son precisamente buenas.

Así lo han puesto de manifiesto en rueda de prensa el secretario del Consejo Económico y Social (CES) local, Luis Alberto García, y José García Roa ponente del número 34 del 'Panorama Socioeconómico de la ciudad de Jaén', quienes han dibujado un panorama negro de la capital, extensivo a la provincia, en lo que a la actividad económica se refiere.

Muestra de ello es, según ha explicado García Roa, que los principales indicadores —los dos citados junto con la afiliación a la Seguridad Social— mantienen una evolución negativa que viene apreciándose en los estudios que elaboran trimestre a trimestre, el último de los cuales, presentado este miércoles, incluye también datos del impacto de los cuatro años de crisis.

De esta forma, en la capital el número de contratos ha bajado de los 75.740 de 2007 a los 62.732 en 2011, lo que supone una caída del 17,7 por ciento; mientras que el desempleo ha registrado un incremento del 39,17 por ciento al pasar de 7.323 parados de media a 11.845, un dato que ha calificado de "barbaridad muy difícil de asumir en una ciudad tan pequeña y no hay visos de detención" en esta tendencia. Por su parte, los datos de la Seguridad Social vienen a confirmar los anteriores con la pérdida en el mismo periodo de 4.571 afiliados, desde 67.771 a 63.200.

Esa misma evolución sigue vigente al comparar las cifras del último ejercicio con respecto a 2010, que "ya fue un año bastante malo negro" para la economía jiennense y el mercado laboral "no sólo se deterioró en cantidad", con un 10,27 por ciento menos de contrataciones, sino que también lo hizo en calidad, puesto que en la capital los contratos indefinidos cayeron un 23 por ciento hasta situarse en el 3,97 por ciento del total. Además, en torno al 85 por ciento de contratos tienen una duración inferior a un mes o no se especifica, números que son aún peores en la provincia con un 98 por ciento, lo que manifiesta una "precariedad absoluta".

Igualmente, el índice de demandantes de empleo —ocupados que buscan mejorar sus trabajos y no ocupados— se incrementó el año pasado un 3,57 por ciento hasta los 15.083. En cuanto a los parados en concreto, la subida es mayor, un 5,07 por ciento frente a 2010, con 11.845 no ocupados, una "cifra elevadísima" que, al ser desgranada, deja como aspecto destacable que el colectivo sin empleo anterior se coloque en segundo lugar, sólo por detrás del sector servicios, y por delante, incluso, de la construcción, algo que para el ponente es "especialmente grave".

Bases muy débiles

Estos datos ponen de relieve la fuerza con la que la crisis está golpeando Jaén y que se debe fundamentalmente a que se su actividad se sostiene "sobre palillos muy débiles", de modo que, por ejemplo, la industria tiene "muy poco peso", mientras que el sector servicios también es "precario", basado en un turismo estacional con "horas" de estancia que da "poco valor añadido" que además cuenta con una importante presencia del sector público.

A ello, se une el estado de infraestructuras y un sector agrícola basado en un monocultivo donde el 70 por ciento del terreno cultivable está en manos de olivar, que en los últimos años está haciendo perdiendo poder adquisitivo en sus precios en lugar de aumentarlos. "Es una cuestión compleja, de muy amplio espectro, pero, desde luego, una cuestión estructural que no se puede arreglar en dos días y cuya", ha declarado Roa, para quien la solución "pasa por una mayor actividad económica e industrial".