El príncipe Laurent, hijo menor de los reyes belgas Alberto II y Paola, ha vendido las fotos de sus recién nacidos gemelos Nicolas y Aymeric por 15.000 euros a una revista de corazón, supuestamente para "proteger" a sus hijos, según la cadena de televisión flamenca "VTM".

"No quiero que aparezcan en todos los medios de comunicación", se defendió Laurent ante las reacciones negativas de la prensa belga, de la opinión pública y del primer ministro, Guy Verhofstadt, quien le había pedido que no las vendiera.

Las fotos fueron tomadas por una agencia de fotos, pero el procedimiento normal requiere que después sean distribuidas gratis a los medios de comunicación nacionales a través de la agencia de noticias Belga. La agencia de fotos se encargó de vender las fotos, pero se niega a comunicar a quién y a qué precio, aunque admitió que sólo fueron presentadas a las revistas semanales y no a los diarios.

Es la primera vez que las fotos de unos descendientes de la Familia Real son vendidas, lo que "está en contra de las tradiciones de la Casa Real", aseguró el secretario nacional de la Federación Belga de Periodistas, Pol Deltour, al diario católico de Bruselas "De Standaard".

Deltour advirtió de que "esa práctica fomenta el periodismo sensacionalista y los fotógrafos irán cada vez más en busca de imágenes clandestinas de las figuras públicas". Desde el nacimiento de sus gemelos, el pasado 13 de diciembre, el príncipe Laurent había alejado a sus hijos de las cámaras, aunque había prometido mostrarlos "pronto" a los medios de comunicación.

Sin embargo, el pasado sábado le dio la exclusiva a la cadena de televisión francófona RTL, que sólo podía usar las imágenes en su programa de realeza y que no podía pasarlas a ningún otro medio, lo que provocó el descontento del resto de la prensa belga.

El redactor jefe del programa de realeza de la cadena de televisión flamenca VTM expresó hoy su indignación y dijo que "si Laurent gana dinero con sus hijos, qué vaya también a trabajar y qué le quiten entonces la dotación" a la que todos los miembros de la Familia Real tienen derecho. Un portavoz de la Casa real aseguró no estar al tanto del caso.