El arte del monólogo: uno solo frente al público

  • El monólogo está de enhorabuena: triunfa en bares, grandes teatros y la televisión. Sin decorado, sin compañeros...
  • Todo un arte del que conocidos humoristas como Eva Hache, Julián López y Joaquín Reyes nos cuentan sus secretos.
  • LISTA: ¿Cuáles son los mejores monologuistas del momento?
Eva Hache en una reciente actuación en el Teatro Arteria Coliseum de Madrid.
Eva Hache en una reciente actuación en el Teatro Arteria Coliseum de Madrid.
Globomedia
Eva Hache en una reciente actuación en el Teatro Arteria Coliseum de Madrid.

El telón se abre y quinientos pares de ojos se fijan en el escenario. Bajo la luz de los focos, una persona se enfrenta en soledad a su público, sin más atrezzo que una silla y un micrófono. El vértigo recorre el estómago del humorista, los nervios están a flor de piel. Rompe el silencio y se escuchan las primeras carcajadas. El show va por buen camino.

Hacer reír a los demás parece relativamente sencillo. Hacerlo en un show durante una hora y meterte al público en el bolsillo, una proeza al alcance de unos pocos.

Una nueva hornada de cómicos llena hoy las salas; una generación heredera del monólogo norteamericano y gestada al calor televisivo. La irrupción hace 12 años de programas como Nuevos Cómicos (Paramount Comedy) y El club de la comedia marcaron el despegue del género que ya es un arte asentado y de alto nivel.

La mejor escuela

"El monólogo es la mejor escuela para un cómico, aprendes a ser guionista, a escribir tus propios textos", afirma Joaquín Reyes, uno de los nuevos cómicos que debe su popularidad –y trabajo– a la televisión. Al contrario de lo que parece, hay muy poco de improvisación en este género. "Si en el show surge una broma, puedes probarla a ver qué pasa pero esto sucede muy pocas veces", explica Joaquín. "Hacer reír a los amigos no es lo mismo hacerlo en un escenario. Es una profesión, tienes que hacerlo bien aunque estés jodido por dentro", apostilla su amigo y compañero de Muchachada Nui, Julián López.

Hablar en público impone mucho, pero los monologuistas cuentan con una ventaja: "lo bueno de esto es que empiezas en bares pequeñitos, así que sigues una progresión paulatina, te da tiempo a acostumbrarte y ya no te impone tanto. Aún así, cada vez que sales a actuar hay que darlo todo y aún me sigo poniendo en tensión", confiesa Julián. "Tienes que salir con el convencimiento de que la gente se va a morir de risa con lo que digas, si sales dudando la gente te va a comer vivo. En cuanto se ríen con la primera broma, ya es miel sobre hojuelas", asegura Joaquín.

El origen del monólogo es muy antiguo: como género dramático ya existía en los textos clásicos, pero el monólogo cómico o comedia en vivo proviene de Estados Unidos: desde Mark Twain a Bob Hope pasando por Dean Martin, Billy Crystal, Sarah Silverman o el polémico Ricky Gervais. La actual cantera de monologuistas españoles beben de la escuela americana, pero ellos son mucho más "intrépidos" a la hora de abordar temas, asegura Joaquín. "Son mucho más politicamente incorrectos, dicen barbaridades que aquí no nos atrevemos. Nosotros somos más timoratos, nos cortamos".

¿Cómo es posible que una persona hablando sola en un escenario durante una hora no aburra? Joaquín y Julián están de acuerdo en que no importa tanto el tema como el hecho de conectar con la audiencia, involucrarlo, que la gente se identifique con las bromas.

Eva Hache coincide en que lo importante es que el público se identifique, hablar de cosas que nos puede llegar a pasar, "aunque también hay monologuistas que hablan de cosas surrealistas, que solo a ellos le pasan y también son muy graciosos", aclara.

Importancia de la tele

En 1999 el monólogo americano irrumpió con fuerza en España gracias al canal Paramount Comedy (y su show Nuevos Cómicos) y el programa El club de la comedia, emitido por Canal +  hasta 2005, y retomado más tarde por Antena 3 y La Sexta. Dio lugar a una cantera que han encontrado su sitio en otros espacios televisivos, como presentadores, humoristas o con programas propios.

"La televisión ha popularizado el monólogo, lo ha acercado a mucha más gente", asegura Carlos Herreras, actual director de El club de la comedia.  Y ha triunfado, a pesar de que el monólogo no es un género "muy televisivo", por su austeridad de escenario y de planos. Por eso el monólogo en televisión difiere un poco del de los teatros: "Los textos son más cortos, de 10 minutos, se condensa lo mejor, se va más rápido al chiste. En televisión sería imposible un monologo de una hora: en ese tiempo  pasan cinco personas por nuestro plató", explica Herreras.

"La televisión ha sido un punto de inflexión para el monólogo en España", confirma Eva Hache, una de las pocas mujeres de este mundo, aunque no parece haber una razón por la que no haya más.

"Para mí ha sido una diferencia positiva, el hecho de haber pocas mujeres" asegura Eva, aunque reconoce que cuando empezó encontró cierta "distancia" con el público. "Al principio me encontraba con un público más reacio, se abusaba del humor negro y machista, y el hecho de ver a una mujer, les chocaba. En mis textos nunca he hablado de temas escatológicos ni tacos. Y se ha demostrado que una mujer puede hacer el mismo trabajo que un hombre, no hay una gran diferencia".

En cuanto al futuro del monólogo, Eva lo tiene claro: "Podría haber sido una moda, pero se ha asentado, el público se ha vuelto exigente, sabe distinguir un texto bueno de un texto malo y los monologuistas hemos tenido que mejorar. Está en un buen momento y creo que no acabará nunca, porque es un modo de producción muy barato". Eva explica que las salas se han dado cuenta que es mucho más barato contratar a un monologuista o varios que a una compañía de teatro entera. "Y autoproducirse también es más factible", apunta.

Julián López también comparte la opinión de que el éxito del monólogo, más allá del entretenimiento, es su bajo coste. "Genera más trabajo y hay más programaciones. Y mientras siga apareciendo gente que aporte un nuevo punto de vista, será muy bueno". Joaquín lo dice rotundamente: "El monólogo está para quedarse, lleva más de una década y lejos de menguar está creciendo. En cada ciudad hay un bar o un local de monólogos, y no tiene síntomas de agotamiento".

En tiempos de crisis el monólogo es bueno como negocio y también como válvula de escape. "El género humano tiene necesidad de reír desde sus orígenes. Haya crisis o no, hay que reírse siempre, porque es muy sano y si alguien tiene una mala racha le ayuda a pasar un buen rato" Julián. "La gente necesita olvidar sus problemas, y el humor está precisamente para eso" opina Joaquín. A él no le gusta tocar la crisis como tema pero reconoce que hay otros que lo hacen muy bien. Eva así lo atestigua: "Cuando la gente lo está pasando mal económicamente, viene muy bien reírse de la propia miseria humana, que es un tema que en los monólogos da mucho juego y desahoga un montón".

5 preguntas a... Julián López

1. Su marca de la casa.

Tiro mucho de la empatía con el público y el humor físico (un baile estrambótico, unos gestos). Escribo muy a mi rollo, soy muy anárquico, no suelo tener en cuenta las técnicas, con los riesgos que ello conlleva.

2. Sus referentes.

Gila y Faemino y Cansado.

3. Sus temas preferidos.

Suelo contar cosas que he vivido o he visto a mi alrededor.

4. Lo mejor y lo peor del monólogo.

No te puedes apoyar en nadie pero eres el dueño de todo. Tener el control tiene sus ventajas: puedes improvisar y alargarte el tiempo que quieras y eso no va a afectar a nadie.

5. ¿Internet es una ventaja o un incoveniente?

Ha ayudado a la difusión pero en las giras se pierde el elemento sorpresa. Yo intento aportar algo nuevo en cada actuación, pero es muy difícil crear un repertorio distinto todos los días, y a veces el público ya te ha visto siete veces en YouTube. Otra gente lo que quiere es ver en vivo lo que ya ha visto 20 veces.

Agenda

Madrid

El Club de la Comedia: Con Dani Rovira y Dani Pérez, el 13 de abril; y Quique Matilla y Quequé, el 27. Teatro La Latina. Todos los viernes.

Four Rooms: Con Diego Arjona el 15 de abril, Raquel Sastre el 16 y Flipy el 22. El Many Cómico Comedy Club.

¿Quiéres salir conmigo? Espectáculo de Dani Rovira. Teatro Alcázar. Todos los martes del 17 de abril al 29 de mayo.

Noche de humor: Con Pepe Colubi y Raúl Cimas. Sala Galileo Galilei. 20/04/2012.

Soy un miserable: Con Miguel Lago. Teatro Compac Gran Vía, Madrid. Domingos hasta el 29/04/2012.

Freshly Squeezed (en inglés): English Comedy celebra su primer aniversario con un espectáculo de improvisación y nuevos monólogos en inglés. Beer Station, Madrid. Este jueves, 21.00 horas.

Barcelona

Que no nos frunjan la fiesta: Show de David Guapo. Club Capitol. Del 12/04/2012 al 29/04/2012.

Ultrashow: Monólogo, con treinta temas, de Miguel Noguera. Alexandra Teatre. Barcelona. 13, 20 y 27 de abril.

Animales (Bonet): Juanrra Bonet, con textos de Ricky Gervais. Teatreneu. Viernes y sábados hasta 28/04/2012.

La Apoteosis Necia: Espectáculo-monólogo del cómico televisivo Berto Romero. Teatre Joventut. L'Hospitalet de Llobregat. 20/04/2012.

Bilbao

3G. Monólogos en tres generaciones: Con Roberto Chapu, Sergio Encinas y Ramón Guamá. Arteria Campos Elíseos Antzokia. 28/04/2012.

Zaragoza

PK2.0. Que Dios nos pille confesados: Con el cómico televisivo Dani Mateo. Auditorio Palacio de Congresos de Zaragoza. 13/04/2012.

Valencia

Monólogos de humor: Con Juan Luis Hurtado el 14 de abril, José Andrés el 21 y Kaco el 28. La Chocita del Loro-Casino Cirsa, Valencia. Sábados.

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