Los hogares riojanos tienen un potencial de ahorro de 11 millones de euros en su factura energética, introduciendo medidas de ahorro y eficiencia, según los resultados de la séptima edición del Indice de Eficiencia Energética publicados por Gas Natural Fenosa.

De acuerdo con este informe, al que ha tenido acceso Europa Press, la energía susceptible de ser ahorrada, 10.000 toneladas equivalentes de petróleo, "es similar a la que consumen casi 311.000 televisores encendidos durante un año".

Un mejor uso de la energía en la comunidad podría, además, ahorrar la emisión a la atmósfera de 26.233 toneladas de dióxido de carbono (CO2), una cantidad equivalente a la que evitarían 2 millones de árboles en una zona tropical o a la que emitiría un avión en 5,5 vueltas al mundo.

El barómetro de Gas Natural Fenosa, que se elabora desde 2004, se ha convertido en una referencia en la medición de los hábitos de consumo de energía en España. Este estudio analiza las costumbres que implican un esfuerzo pequeño, pero que suponen un importante ahorro para las familias.

Los resultados se obtienen a partir de las 3.800 encuestas, realizadas entre noviembre y diciembre, que preguntan sobre cuatro aspectos diferentes: cultura energética, mantenimiento, control energético y equipamiento.

La rioja,

En el grupo de cola.

El Índice de Eficiencia marcó en 2011 en La Rioja una puntuación de 6,44, cifra que presenta un ligero avance del 0,11 puntos respecto al año anterior (6,33), pero que le sitúa junto a Castilla-La Mancha (6,42) y Canarias (6,17) en los puestos finales de la clasificación de las 17 comunidades, cuya media se encuentra este año en el 6,65.

La tres comunidades mencionadas, son también las que presentan un mayor porcentaje de potencial ahorro energético, que en el caso de La Rioja es aún de un 8,90%.

En el resto de índices energéticos estudiados, como el mantenimiento o la cultura energética, La Rioja se sitúa en el puesto número 16 y obtiene sus mejores resultados en control energético, en el que se sitúa en undécima posición.

En esta edición, el estudio ha analizado el impacto de las medidas que adopta la Administración para mejorar la eficiencia energética de los ciudadanos. La conclusión obtenida es que las medidas normativas son "más rápidas y eficaces" que las ayudas económicas directas.

En el caso de las campañas de concienciación, el informe determina que, "aunque su influencia es apreciable en algunas pautas de uso, es más difícil dirimir su impacto, ya que el efecto es menos marcado".