Rumanía rectifica y dice que la retirada de Irak todavía no está decidida

Las claves:
  • El primer ministro rumano anunció la retirada de las tropas rumanas de Irak.
  • El anuncio provocó tensiones en el Gobierno.
  • El Consejo de Defensa será quien se pronuncie este viernes sobre la retirada.

El primer ministro rumano, Calin Popescu Tariceanu, indicó en la mañana del jueves que había ordenado al ministro de Defensa, Teodor Atanasiu, la retirada de las 890 militares que el país mantiene desplegadas en Irak debido a preocupaciones en torno a su seguridad y el coste de la operación.

Sin embargo, el presidente de Rumanía, Traian Basescu, desautorizó poco después las palabras del primer ministro y dejó claro que la decisión aún no había sido tomada.

Basescu calificó de "inaceptable" la manera en que tanto el primer ministro como el ministro de Defensa manifestaron sus opiniones sobre la presencia militar rumana en Irak, sin las consultas pertinentes, lo cual, advirtió, "causa perjuicios graves a la credibilidad internacional del país".

Finalmente, el presidente ha convocado al Consejo Supremo de Defensa de Rumanía (CSAT), que se espera que se pronuncie este viernes oficialmente sobre la propuesta de retirada.

La retirada anunciada y desmentida

"La muerte de soldados rumanos se ha convertido en una preocupación", indicaba por la mañana Tariceanu para justificar la retirada de tropas del país iraquí. El primer ministro indicó que

había informado al presidente, Traian Basescu, de su decisión y deseaba informar a las autoridades estadounidenses.

"El lado económico"

Por su parte, el ministro de Defensa, Teodor Atanasiu, indicó que con la retirada, el país ahorraría más de 780 millones de euros.

"El lado económico no debe ser ignorado", indicó Tariceanu.

Sin embargo, el primer ministro no había ofrecido ninguna fecha concreta para la retirada.

Secuestro en Irak

Mientras, la violencia continúa en Irak.

El jueves, un grupo de hombres armados secuestró a unos 60 empleados de la refinería de petróleo de Biyi, a 200 kilómetros al norte de Bagdad, informaron fuentes del Ministerio de Interior.

Esos funcionarios civiles fueron secuestrados mientras se dirigían por la mañana a sus puestos de trabajo en varios autobuses, entre la localidad de Toz Jormato, al este de la ciudad petrolera de Kirkuk, y la refinería de Biyi, explicaron las fuentes.

"Los hombres armados obligaron a los conductores de los autobuses a parar y a descender a los empleados, para llevárselos a un lugar desconocido", dijo una fuente de la Policía de la provincia norteña de Salahedin.

Luego, los secuestradores quemaron los autobuses, precisó la fuente.

Efectivos de las fuerzas de seguridad han establecido controles en las principales carreteras de Salahedin y Kirkuk, y aumentado las patrullas en la región.

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