En una intervención pormenorizada con el apoyo de una pizarra, Borrás ha dicho ante la comisión de investigación parlamentaria sobre los hechos del barrio del Carmel que hay "unos señores que confunden una excavación de una solera con la excavación en destroce", lo que provocó que se dejaran "totalmente descalzadas" las dos paredes del túnel en un tramo de 30 metros.

En esta situación, según Borrás, "lo normal es que se caiga" (el túnel de maniobras), ya que la galería auxiliar quedó "colgando" y con el único refuerzo de los pernos tubulares de acero, por lo que él hubiese optado por estabilizar las convergencias (presiones del terreno sobre la bóveda del túnel) de esta zona, que estaban "por encima de lo normal", antes de avanzar.

Borrás  ha reiterado que el hundimiento se debió a un error humano por parte "de quien da la orden de hacer la excavación". El ex director de GISA no precisó si este fallo "bastante tonto" fue de la dirección de la obra o de las constructoras.