La asociación Ribera de Curtidores asegura que en 1991 se acordó ceder ese espacio púbico al colegio Emilio Alarcos para que los chavales pudieran hacer deporte. Se verjó y se convirtió en patio. Con el tiempo, el colegió se cerró y ahora la Junta está rehabilitando el edificio como oficinas para la Consejería de Educación y quieren utilizar ese patio como aparcamiento de coches para empleados.Los vecinos entienden que si ya no se usa ese terreno para lo que se cedió, el Ayuntamiento debería pedir a la Junta que lo devuelva para recuperar de esta forma la antigua plaza.