La protagonista de Frida posee una piel envidiable, tersa y joven, pero, al parecer, no siempre ha sido así. La actriz mexicana Salma Hayek, de 45 años, acaba de confesar haber sufrido una depresión causada por el acné cuando era joven.

La estrella latina de Hollywood protagoniza la portada del número de mayo de la revista Lucky en la que admite haber tenido serios problemas con el acné y también con su peso cuando era una prácticamente desconocida veinteañera.

En la entrevista concedida a la revista de shopping, Hayek habla sin tapujos de acné pero también de botox. En el interior ofrece a las lectoras sus trucos y consejos de belleza que comparte con su gran amiga Demi Moore.

La depresión sufrida por Hayek fue tal que incluso le impedía salir de casa. "Al despertarme cada mañana me tocaba la cara antes de levantarme con el fin de prepararme para mirarme al espejo", admitía la actriz y madre de una niña llamada Valentina.

Ahora que Hayek luce una piel radiante libre de acné, dice estar en contra del bótox, la popular toxina utilizada por los famosos para parecer más joven.